Corea del Sur y Estados Unidos han pactado resolver los principales puntos de discrepancia para firmar el acuerdo de cooperación en energía atómica dentro del presente año. 

En este contexto, ambos países han decidido permitir el reprocesamiento de barras de combustible nuclear usado, con fines de investigación, y fortalecer la cooperación mutua en los procesos de obtención de combustible para centrales nucleares, y exportación de plantas de generación eléctrica nuclear. 

Sobre el reprocesamiento del combustible nuclear usado, considerado el mayor factor de controversia, Seúl y Washington han acordado permitirlo, de haber el consentimiento previo de Estados Unidos. Sin embargo, en los campos de estudio en los que Corea del Sur necesita llevar a cabo dicha tarea, será suficiente el visto bueno que el país norteamericano ya dio al respecto. Este consentimiento a largo plazo es similar al que Japón consiguió -por un periodo de vigencia de 30 años-, para usar instalaciones o materiales nucleares estadounidenses.

Los gobiernos de ambas naciones también han dejado abierto el camino para la investigación conjunta sobre piroprocesamiento, al autorizar la transformación de las barras de combustible nuclear usado por parte de Corea del Sur. 

En cuanto al enriquecimiento de uranio, decidieron permitir que Corea se aboque a ese proceso, siempre que cuente con la aprobación anticipada de Estados Unidos.