A partir del próximo mes desaparecerán los refrescos azucarados de las máquinas expendedoras de las oficinas del Gobierno de Seúl y de las estaciones de metro de la capital.
El Ayuntamiento de Seúl anunció que ha decidido limitar la venta de estas bebidas, pues dañan la salud de los ciudadanos, provocando obesidad y diabetes. La restricción abarca a colas, sodas y gaseosas; así como a bebidas energéticas, muy de moda estos días entre los adolescentes.
La medida se impondrá a partir de noviembre en las 320 máquinas que opera directamente el Ayuntamiento, mientras que en las otras 229 contratadas regirá a partir del próximo año, cuando se proceda a renovar su contratación.