Corea del Sur y Estados Unidos aprobaron el lunes 2 de noviembre un plan operativo contra los misiles balísticos de Corea del Norte, al afirmar que no tolerarán ningún tipo de ataque o provocación de dicho país.
El plan fue ratificado durante la cuadragésimo séptima Reunión Consultiva sobre Seguridad entre Seúl y Washington, celebrada en Seúl con la presencia del ministro surcoreano de Defensa, Han Min Koo, y el jefe del Péntagono, Ashton Carter.
Ambos avalaron unas nuevas directrices militares que amplían el protocolo de "operaciones 4D", que consiste en responder a posibles lanzamientos balísticos norcoreanos en el siguiente orden: detección, intercepción, destrucción y defensa. Además, decidieron reflejarlas en el Plan de Operación 5015 del comando de las fuerzas combinadas Corea del Sur-Estados Unidos.
Han y Carter también firmaron un proyecto para el traspaso del mando militar en tiempos de guerra del ejército estadounidense al surcoreano, basado en ciertas condiciones. Además, confirmaron el compromiso de mantener el nivel actual de efectivos de EEUU estacionados en la península coreana, y de recurrir a tropas norteamericanas desplegadas en otras regiones del mundo, en caso de precisar refuerzos para garantizar la defensa de Corea del Sur.
En cuanto a la controversia generada por la negativa a transferir ciertas tecnologías clave para desarrollar el caza surcoreano KF-X, recientemente surgida entre Seúl y Washington, decidieron crear un organismo estratégico sobre tecnología de defensa, integrado por entidades gubernamentales como los ministerios de Defensa y Exteriores, entre otros.