Las víctimas surcoreanas de la esclavitud sexual impuesta por el Ejército de Japón durante la Segunda Guerra Mundial mantuvieron el 30 de diciembre su ya tradicional protesta de los miércoles, por primera vez desde que Seúl y Tokio firmaran un acuerdo para resolver su problema.
Como cada miércoles, la protesta se llevó a cabo frente a la antigua sede de la Embajada de Japón en Seúl. Esta vez, las manifestantes rindieron homenaje a las 9 víctimas que pasaron a mejor vida durante 2015, al tiempo de expresar su oposición al acuerdo recientemente firmado entre Corea y Japón.
Expresaron su descontento con el Gobierno de Seúl por no haberles consultado antes de firmar el convenio, y afirmaron que el problema no es el dinero que aporte el país nipón a su favor, sino restablecer su honor en base a una responsabilidad legal por parte del Gobierno de Tokio.
Asimismo, se opusieron al traslado de la estatua en honor a las víctimas de la esclavitud sexual, al recalcar que el Gobierno no está facultado para tomar una decisión al respecto, al tratarse de un hito histórico de incalculable valor didáctico para las próximas generaciones.