Al finalizar las elecciones regionales del 2 de junio con la derrota de los oficialistas, se estableció un nuevo mapa de poder regional.
Gran Nación logró ocupar las gerencias de apenas 6 Gobiernos municipales y provinciales a nivel nacional, exceptuando Seúl, Gyeonggi y Gyeongsang del Norte, esta última una región tradicionalmente partidaria de esta formación conservadora.
En cambio, el Partido Democrático consechó victorias en 10 alcaldías y provincias. Los postulantes opositores salieron electos incluso en Gangwon y en Gyeonsang del Sur, que son regiones con una fuerte plataforma de simpatizantes de Gran Nación.
La derrota de los oficialistas se observó también a nivel de los Gobiernos distritales y locales. Del total de 228 electorados, los opositores triunfaron en 146 -incluyendo los 92 en los que candidatos del Democrático vencieron a sus rivales-, mientras los oficialistas tuvieron que conformarse con 82.
La oposición se convirtió, asimismo, en la fuerza política mayoritaria en gran parte de las asambleas provinciales, municipales y distritales del país.
Así, los comicios del 2 de junio resultaron en la creación de una doble estructura de poder, en la que Gran Nación y la oposición tienen el predominio dentro del Gobierno central y en los regionales respectivamente.
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