El oficialismo y la oposición de Corea del Sur prosiguen con la fuerte contienda política motivada por las transcripciones de la conversación que mantuvieron durante la Cumbre Intercorena de 2007, el entonces presidente surcoreano Roh Moo Hyun y el líder norcoreano Kim Jong Il, ambos ya fallecidos.
En concreto, el jefe parlamentario del partido en el poder Saenuri, Choi Kyung Hwan, declaró el jueves 27 que las sospechas planteadas sobre el posible uso político de las actas por parte del Servicio Nacional de Inteligencia, antes de las elecciones presidenciales del año pasado, no son más que una conspiración.
Choi manifestó que es lamentable que, tras divulgarse dicho documento, surjan teorías infundadas y turbias, en vez de una profunda reflexión sobre la verdad histórica.
Por su parte, el dirigente del opositor Partido Democrático, Kim Han Gil, insistió en que la propia presidenta Park Geun Hye debe de pedir perdón al pueblo por esa presunta filtración anticipada de las actas de la Cumbre Intercoreana.
Afirmó que, cuando regrese de su visita a China, la jefa de Estado tendrá que disculparse por la ilegítima manipulación en la que incurrió el Partido Saenuri durante el proceso de los comicios presidenciales de 2012.