La presidenta de la nación, Park Geun Hye, solicitó a sus ministros su colaboración para consolidar un Gobierno fuerte y competitivo.
Tras las vacaciones de verano, Park encabezó su primera reunión de gabinete, en la que anunció que durante el segundo semestre, se centrará en levantar la economía. Explicó que la reforma de la Secretaría fue motivaca para abordar más activamente la tranformación y el cambio. Enfatizó que rectificará costumbres erradas, y combatirá la corrupción para establecer un gobierno limpio.
Sobre la desaparición de las actas de la cumbre intercoreana de 2007, puntualizó que es como borrar la historia y agitar la disciplina nacional, algo que no puede ocurrir.
Anunció que aumentará su trazado diplomático hacia el mundo, que se esforzará plenamente en mejorar la economía, y que aceptará el nuevo reto de convertirse en presidente comercial y diplomático.