La inflación esperada, el indicador que refleja el pronóstico de los consumidores sobre los precios para los próximos meses, ha aumentado nuevamente tres meses después en Corea del Sur. La subida se atribuye a las escasas expectativas de la población sobre una posible remisión, al subir el petróleo y servicios públicos básicos, como la luz o el gas.
Según informó el Banco de Corea, la inflación esperada subió 0,1 puntos hasta un 4,3%, pues desde el récord del 4,7% del mes de julio, remitió en agosto y septiembre.
Como factores internos para descartar una mejora de la inflación figuran el elevado nivel de los precios al consumidor y la subida de los servicios públicos básicos. En tanto, como factores externos figuran el acuerdo internacional para reducir la producción de crudo, el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos y el fortalecimiento del dólar.
En tanto, el índice del sentimiento del consumidor marcó en octubre 88,8 puntos, retrocediendo 2,6 puntos respecto a septiembre hasta quedar por debajo de 90 puntos.