Corea del Sur ha registrado la mayor inflación subyacente desde la crisis financiera de 1998.
Según datos del portal de estadísticas nacionales KOSIS, entre enero y julio de 2023 el país marcó una inflación subyacente del 4,5%. Este indicador se calcula excluyendo bienes como productos agrícolas y derivados del petróleo cuyos precios sufren fluctuaciones debido a factores transitorios, tales como conflictos internacionales o condiciones climáticas.
El 4,5% de inflación subyacente es el más elevado después del 6,8% del periodo enero-julio de 1998 y es superior al 4,2% marcado en 2009, en plena crisis financiera global.
La causa principal del aumento de la inflación subyacente es la carestía de los servicios, sobre todo la subida de los precios en los restaurantes, que contrasta con el descenso en general de los precios al consumidor. De hecho, la inflación subyacente, que habitualmente oscilaba entre el 1% y el 2% en Corea, empezó a dispararse a fines de 2021 para llegar al 3% en enero de 2022 y hasta el 5% en el primer mes de 2023. Si bien en comparación a comienzos de este año, se observa un menor ritmo de aumento, la desaceleración es lenta.
El Banco de Corea vaticina que en 2023 la inflación subyacente anual rondará el 3,3%, aunque imperan variables cuya evolución es difícil de predecir, como los precios internacionales del petróleo, las condiciones climáticas y la situación económica nacional y global.