Las expectativas de inflación han repuntado después de ocho meses, al agravarse la percepción de precios de los consumidores surcoreanos por la nueva subida de las tarifas de servicios públicos básicos y el creciente riesgo geopolítico en Oriente Medio por el conflicto de Gaza.
Según explicó el Banco de Corea, la tasa de inflación esperada marcó en octubre un 3,4%, un 0,1% más que el mes anterior. Dicha tasa refleja las previsiones de los consumidores sobre la evolución inflacionaria para los doce meses siguientes, y la última vez que subió fue hace ocho meses, en febrero de 2023.
El banco central atribuye la inquietud de los consumidores sobre los precios a los choques entre Israel y Hamás, por su repercusión negativa sobre los precios internacionales del crudo, a la inminente subida de tarifas de los servicios públicos en Corea y a la carestía de los bienes agrícolas.