Los precios al consumidor han mostrado el mayor aumento en 20 meses al marcar en octubre una tasa de incremento del 4,1%.
Especialmente notable fue el encarecimiento de alimentos frescos como pescados y verduras cuyos precios experimentaron la escalada más brusca desde 1990, año en que empezaron a elaborarse estadísticas relacionadas. Este fenómeno se produjo debido a la mala cosecha, que fue la consecuencia de las anomalías climáticas.
Otros productos que subieron de precio son gas licuado del petróleo (LPG) para automóviles y queroseno, que marcaron respectivamente tasas de incremento del 16,9 y 9,8%.
La última vez que la tasa de aumento de los precios al consumidor rebasó la línea del 4% fue en febrero de 2009.