Tras el anuncio del acuerdo final para el tratado de libre comercio entre Corea del Sur y Estados Unidos, se ha levantado un acalorado debate dentro de la clase política nacional.
Los oficialistas sostienen que el TLC será la plataforma sobre la cual Corea del Sur y Estados Unidos podrán obtener beneficios mutuos, desarrollar sus economías y profundizar la alianza bilateral.
En cambio, la oposición muestra un claro descontento hacia el convenio que, según palabras del líder del Democrático, Sohn Hak Kyu, no es más que un conjunto de concesiones del Gobierno de Seúl ante las exigencias de Washington.
El jefe del Partido Democrático instó, en esta línea, el lunes 6 al presidente Lee Myung Bak a invalidar el actual tratado y disculparse ante el pueblo por haber jugado con el orgullo de la nación en la renegociación del TLC. Sentenció que, a diferencia de lo que alega el Gobierno, el tratado no es equitativo ni favorece a la alianza surcoreano-estadounidense.