El Gobierno Federal de EEUU ha suspendido indefinidamente su actividad, después de que los congresistas no lograran alcanzar un acuerdo sobre el proyecto de ley de fondos de emergencia, cuyo plazo límite finalizaba la medianoche del 30 de septiembre, hora local.
Con la Cámara de Representantes controlada por republicanos y el Senado por demócratas, ambas instituciones intercambiaron medidas opuestas sobre los gastos en la noche del lunes. Y tras el rechazo al plan por parte del Senado, como medida de presión para demorar la implementación de la reforma de la salud propuesta por Barak Obama, el Congreso paralizó su actividad.
El Gobierno estadounidense suspende su actividad por primera vez tras 17 años, cuando aconteció una situación similar durante el mandato de Bill Clinton.
Adoptar dicha medida implica la clausura de todos los parques y museos públicos, así como la paralización de todas las construcciones ejecutadas por el Gobierno; mientras que cientos de miles de funcionarios, verán congelado su sueldo desde el martes.