Ante las sospechas de que la Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos realizara escuchas secretas a 35 jefes de Estado y Gobierno, Corea del Sur solicitó oficialmente a Washington que confirmara si entre ellos se incluye la presidenta de la nación.
Según lo divulgado por fuentes diplomáticas, el día 28 -hora estadounidense- la Administración pidió a Estados Unidos por diversos medios, una verificación sobre si también fueron espiadas las llamadas telefónicas de los presidentes surcoreanos.
Al respecto, parece ser que Washington respondió que está muy al tanto de la gravedad de esta situación y que, una vez comprobada la veracidad de los hechos, comunicará el resultado a Seúl.