La Unión Coreana de Trabajadores Ferroviarios entró en huelga el lunes 9, oponiéndose a la privatización de la empresa pública de trenes, KORAIL. 

El sindicato alega que el plan de KORAIL, de administrar por separado las líneas del tren KTX de alta velocidad, según la estación de la que partan, supone el primer paso hacia la privatización del ferrocarril. 

Actualmente, la empresa ferroviaria pública de Corea, pretende dividir los trenes KTX entre los que salen de la estación de Seúl, y otros que parten de la estación de Suseo; y delegar la operación de éstos últimos a una corporación separada. Según el sindicato, esta acción supondría un primer paso hacia la privatización de los servicios ferroviarios.

Sin embargo, las autoridades de KORAIL insisten en que ni la decisión para el establecimiento de la nueva empresa de administración de trenes, ni las políticas gubernamentales pertinentes, son asuntos que incumban al sindicato; ni mucho menos son objeto de negociación sindical. Además, explican que la empresa designada -para operar los trenes KTX que parten de la estación de Suseo- es una filial de KORAIL, por lo que las alegaciones de la unión de trabajadores son infundadas.