El estado legal del jefe de la Unidad de Guerra Psicológica contra Corea del Norte -referida como Unidad 530- del Comando Cibernético del Ejército, ha cambiado de testigo a sospechoso, tras 50 días de investigaciones, sobre la presunta intervención electoral cometida por dicho equipo de las Fuerzas Armadas surcoreanas.
Los cargos de los que se le acusa son abuso de autoridad e intervención política, en base al Código Penal Militar.
En concreto, sobre su persona recae la sospecha de haber incentivado a subir a internet comentarios políticos a unos 100 funcionarios militares y soldados, o al menos de haber mostrado una actitud de connivencia al respecto.