Corea del Sur ha lanzado una crítica sin precedentes contra las provocaciones de Japón relacionadas con el pasado histórico, para presionar al país vecino a cambiar de actitud lo antes posible.
Estas críticas fueron planteadas por primera vez ante las Naciones Unidas el miércoles 5, por el máximo representante diplomático de Corea, el ministro de Exteriores Yun Byung Se.
En un discurso en inglés, el canciller utilizó el término "mujeres de confort" para aludir a la reclusión de mujeres, víctimas de abusos sexuales cometidos por el ejército imperialista de Japón.
Resulta del todo inusual que un alto funcionario del Gobierno surcoreano emplee la expresión "reclusión", para hablar de las mujeres que fueron forzadas a servir sexualmente a soldados nipones durante la Segunda Guerra Mundial. Se estima que la elección de ese vocabulario tuvo en consideración la conducta de Tokio, que niega que las llamadas mujeres de confort fueran llevadas arbitraria y forzosamente por su ejército.