Nam Jae Joon, director del Servicio Nacional de Inteligencia, pidió sus disculpas oficiales por el escándalo de manipulación de pruebas en el caso de espionaje norcoreano.
Nam hizo público dicho mensaje al señalar que "había sucedido algo que nunca debió suceder", y como responsable de dicho organismo afirmó sentirse tremendamente culpable. Anunció que establecerá un nuevo equipo para eliminar las malas prácticas y así fortalecer aún más la capacidad investigadora de la organización. Añadió que preparará un severo sistema de autocontrol y se esforzará al máximo por recuperar la confianza del pueblo.
En tanto, hasta el momento la Fiscalía ha demandado a 4 funcionarios del Servicio Nacional de Inteligencia por haber falsificado testimonios en el caso de un ex desertor norcoreano que, convertido en funcionario del Ayuntamiento de Seúl, fue acusado de espionaje.