Todo el pueblo coreano está alentando a los familiares de los desaparecidos, que esperan ansiosamente noticias del rescate, al tiempo de ofrecer activamente toda la ayuda posible.
El día 17, pese a la lluvia, cientos de voluntarios se acercaron al Puerto Seomang, en la isla Jindo, para ayudar a los necesitados repartiendo agua y comida, así como mantas y otros bienes básicos.
Pero no solo ofrecen ayuda material, sino que muchos voluntarios acompañan emocionalmente a los familiares para ayudarles a poder superar tan difícil momento.
Asimismo, algunos que no pudieron acudir personalmente al lugar del siniestro, están enviado artículos de primera necesidad a los familiares de las víctimas que permanecen en Jindo.
En tanto, a partir del viernes, comenzó un servicio de consultoría y asistencia a los familiares de las víctimas.