Ante el intenso frío y las nevadas la demanda máxima eléctrica marcó el jueves 22 un récord histórico en Corea del Sur al registrar 93 gigavatios, más que en julio por la ola de calor.
Este factor empeora las finanzas de la Corporación de Energía Eléctrica (KEPCO) que, por motivos estructurales, pierde más cuando aumenta el consumo de electricidad. La entidad suministra energía a 35 wones por kilovatio-hora, cifra menor que la que paga a las centrales eléctricas, y aumentará el déficit acumulado de KEPCO, que este año superará los 30 billones de wones este año.
Un efecto similar se da en KOGAS, la compañía nacional de gas, que en 2022 registrará 9 billones de wones de pérdidas, al ofrecer un suministro barato al sector privado mientras aumenta el coste de la energía a nivel global.
Choo Kyung Ho, vice primer ministro de Economía, anunció el día 21 que irá ajustando progresivamente a la realidad las tarifas de gas y electricidad, para mejorar la situación financiera de las empresas públicas de energía.
Aliviar el déficit de KEPCO y KOGAS requerirá un aumento de tarifas de luz al menos hasta 50 wones por kilovatio-hora y el gas a 10 wones por megajulio hasta 2026.