La inflación esperada, que refleja las previsiones del mercado sobre el aumento de precios durante los próximos doce meses, ha caído por debajo del 4%.
Según informó el banco central, la inflación esperada en Corea del Sur marcó un 3,8% en noviembre, 0,4 puntos menos que en octubre. Considerando que tras subir del 3,9% al 4,7% entre junio y julio, y que se mantenía por encima del 4%, es un descenso significativo y la primera vez en seis meses que vuelve a un rango del 3%.
El Banco de Corea atribuye este descenso a la estabilización de los precios de los bienes que afectan directamente a la canasta básica, como productos agropecuarios o combustibles, y a la apreciación del won.
En tanto, también disminuyó la inflación percibida, dato que refleja que los consumidores sienten cierta ralentización en el aumento de precios, llegando al 5% en noviembre, 0,1 punto menos que el mes anterior.
El Índice del Sentimiento del Consumidor ganó 3,4 puntos hasta llegar a 89,9 puntos, en un contexto donde el empleo mantiene un nivel satisfactorio y la inflación muestra cierta desaceleración, aunque las exportaciones continúan estancadas y persiste la inquietud por la desaceleración económica mundial. El banco central descata que dicho índice se mantiene debajo de 100 puntos desde junio, cota que refleja el pesimismo de los consumidores.