Corea del Sur registró un aumento de aproximadamente 160.000 empleos en 2024, una cifra considerablemente menor en comparación con los más de 300.000 nuevos puestos creados el año anterior.
Según datos publicados por la Oficina Nacional de Estadística, el número total de personas empleadas alcanzó los 28,576 millones, lo que representa un incremento de apenas 159.000 respecto al 2023.
El mercado laboral surcoreano ha mostrado fluctuaciones importantes en los últimos años. En 2019, se crearon 301.000 empleos, pero la pandemia de COVID-19 provocó una pérdida de 218.000 puestos en 2020. La recuperación llegó en 2021, con un aumento de 369.000 empleos, seguido de un repunte notable en 2022, cuando se registraron 816.000 nuevos puestos, la cifra más alta desde el año 2000. Sin embargo, esta tendencia se desaceleró en 2023, con 327.000 empleos nuevos, y continuó con un crecimiento aún más moderado en 2024.
Por sectores, la construcción lideró las pérdidas, con 49.000 empleos menos, la mayor disminución desde que comenzaron las estadísticas en 2013. El comercio mayorista y minorista también sufrió una caída de 61.000 puestos, mientras que la industria manufacturera perdió 6.000 empleos. Por el contrario, los sectores de salud y servicios sociales experimentaron un incremento de 83.000 empleos, compensando parcialmente las pérdidas en otros ámbitos.
Por grupos de edad, las personas mayores de 60 años fueron las más beneficiadas, con un aumento de 266.000 empleos, mientras que los jóvenes de entre 20 y 29 años perdieron 124.000 puestos.
La tasa de empleo entre mayores de 15 años alcanzó un 62,7%, marcando un récord desde 1963, con un incremento de 0,1% respecto al año anterior.
Los datos de diciembre reflejan un impacto notable en las estadísticas anuales. Durante ese mes, el número de empleados se redujo a 28,41 millones, con una pérdida de 52.000 puestos. Fue la primera disminución en tres años y diez meses desde febrero de 2021, cuando se perdieron 473.000 empleos durante el pico de la pandemia de COVID-19.
El mercado laboral recibió un duro golpe al cierre de año debido a la finalización de varios programas públicos de empleo y al debilitamiento de la confianza del consumidor tras la declaración de la ley marcial el 3 de diciembre.