El anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre la imposición de nuevos aranceles a las importaciones procedentes de Canadá, México y China, con la posibilidad de extenderse a la Unión Europea, ha generado preocupación entre las empresas surcoreanas con fábricas en estos países.
Compañías como Samsung y LG ensamblan electrodomésticos en México, donde también Kia produce automóviles. En Canadá, operan plantas de fabricación de baterías de LG Energy Solution y Posco Future M, en colaboración con Stellantis y General Motors, respectivamente.
Además, las empresas surcoreanas temen el impacto de posibles aranceles adicionales a los semiconductores, uno de los productos de exportación más importantes de Corea del Sur.
Tras el anuncio de Trump, Canadá respondió que, en represalia por los aranceles, impondrá tarifas aduaneras similares a productos estadounidenses como bebidas alcohólicas, frutas y artículos de moda, cerrando la puerta a futuras negociaciones. México y China también han avanzado que adoptarán medidas contra EEUU, que incluyen la imposición de aranceles adicionales, la posibilidad de llevar el caso a la Organización Mundial del Comercio (OMC) o la limitación de exportaciones de materias primas clave, como las tierras raras.
Por su parte, Trump anticipó que aplicará la misma medida a la Unión Europea, que reaccionó de inmediato con la promesa de una respuesta firme y advirtió sobre el riesgo de una guerra comercial que podría fracturar aún más la economía global.