La contienda entre políticos oficialistas y opositores surcoreanos sobre la ley de derechos humanos en Corea del Norte se ha intensificado en los últimos días.
La controversia ha crecido mientras sigue estancado en el parlamento el proyecto legislativo relativo a la situación de los derechos humanos en el país comunista, presentado por el partido en el poder Gran Nación.
En este contexto, la polémica se ha agudizado aún más al entregar el opositor Partido Democrático una propuesta de ley propia que contempla tanto los derechos humanos como el bienestar social de los norcoreanos.
Este último paso que ha dado el Democrático está siendo objeto de duras críticas por parte de los oficialistas, quienes acusan a la oposición de incumplir la promesa de abocarse a un debate conjunto sobre la ley en cuestión.
Según Gran Nación, lo que pretende el Partido Democrático es invalidar su proyecto de ley; en concreto, anular las cláusulas que estipulan el nombramiento de un embajador para los asuntos de derechos humanos en Corea del Norte y la creación de un archivo de documentos vinculados al tema.
El Democrático, por su lado, puntualiza que la propuesta legislativa presentada por el partido oficialista no es más que una ley que apoya a las organizaciones difusoras de folletos de propaganda política contra Corea del Norte.