La Embajada de Corea del Sur en Beijing sufrió el día 13 por la tarde, hora china, un ataque de pequeñas bolas de acero disparadas con pistolas de aire comprimido.
Tras el ataque, las autoridades policiales chinas empezaron a investigar el caso interrogando a los testigos del hecho. Sin embargo, hasta el momento no han podido hallar evidencias concretas sobre los atacantes.
El personal de la embajada dio a conocer que el martes 13, tras la hora del almuerzo, descubrieron que la ventana del primer piso de su sede estaba rota y se encontró una bola esférica de hierro del tamaño de la uña del meñique.
Ante la posibilidad de que se repitan casos similares que puedan causar víctimas humanas, la Embajada ordenó a sus empleados reforzar la precaución tanto dentro como fuera de su lugar del trabajo. Paralelamente, solicitó oficialmente al Ministerio de Exteriores de China buscar a los responsables así como establecer medidas preventivas.