El presidente de la nación, Lee Myung Bak, ha matizado que el objetivo más importante para Corea del Sur es alcanzar la paz y la estabilidad en la península coreana. Subrayó que dejará abiertas todas las posibilidades y canales de diálogo para lograr este objetivo.
Esta disposición del jefe de Estado se dió a conocer durante el discurso de Año Nuevo que se retrasmitió en vivo y en directo por los principales canales televisivos y de radio. Durante el mismo, el mandatario apuntó que si Corea del Norte muestra una actitud sincera, podrán abrir juntos una nueva era en la península coreana.
Asimismo, expresó sus deseos de encontrar una solución sobre el problema nuclear de Pyongyang a lo largo del año entrante. Aseguró -una vez más- que la reunión sixpartita podrá reanudarse en el momento en que Corea del Norte decida abandonar sus ambiciones nucleares.
Sin embargo, dejó claro que Seúl no podrá minimizar su sistema de defensa si prevalecen riesgos de provocación por parte del régimen comunista. Enfatizó que, en caso de que eso suceda, responderá firmemente de la misma manera.
Con estas palabras, Lee Myung Bak notificó las nuevas políticas gubernamentales dirigidas a Corea del Norte. Se puede interpretar que desea mantener una relación intercoreana estable bajo los actuales principios pero al mismo tiempo, deja abiertas todas las alternativas posibles para lograr el diálogo y la cooperación bilateral.
En tanto, el jefe de Estado prometió que trabajará más arduamente para elevar la calidad de vida de los ciudadanos. También lamentó lo ocurrido el año pasado, refiriéndose a la presunta relación de sus familiares y allegados en casos de corrupción y soborno.
Lee aseguró que hará todo lo posible por mantener al 3% la subida de los precios al consumidor, así como para que la crisis económica mundial perjudique lo menos posible a las familias.