El sacrificio y la pasión del difunto sacerdote católico Lee Tae Seok, protagonista del documental “No llores por mí, Sudán”, se traducirán en un ultramoderno hospital, el primero de su nivel en Sudán del Sur. El padre Lee Tae Seok, fallecido en enero de 2010, dedicó toda su vida a ayudar a los pobres de la remota aldea de Tonj, situada al noroeste de Sudán del Sur.
El plan de construcción del Hospital Memorial Padre Lee Tae Seok, fue anunciado el lunes 30 por el Ministerio de Planificación Estratégica y Finanzas. La cartera dio a conocer que el centro médico se erigirá en Yuba, capital de Sudán del Sur, con el dinero del Fondo de Cooperación para el Desarrollo Económico del Gobierno surcoreano.
La financiación se utilizará también para el establecimiento de una facultad de medicina en el país africano, el envío de profesores y equipos médicos, el desarrollo de programas de estudio y la capacitación de profesionales en administración de hospitales.