A partir de ahora, los estudiantes que incurran en actos de violencia escolar, conforme a las directrices adoptadas y publicadas el lunes 6 por el Gobierno surcoreano, serán gravemente sancionados.
Una de las penalizaciones será el traslado de los alumnos agresores a otros colegios sin consentimiento de sus padres. Asimismo, estos últimos serán citados en caso de que sus hijos se vean implicados en algún caso de violencia escolar. Si se niegan a presentarse, serán multados.
Mientras tanto, la Policía elaborará una lista de cada institución educativa ubicada en su jurisdicción, con los estudiantes que agredan a sus compañeros; así como con los cabecillas instigadores de esa violencia. Si las autoridades policiales reciben dos denuncias de una misma escuela, inmeditamente se movilizarán agentes especializados en investigación de casos de violencia escolar.