El presidente Lee Myung Bak ofreció una rueda de prensa especial el miércoles 22, con motivo de su cuarto año de mandato. En su discurso, Lee dijo que se siente muy enojado por los escándalos de corrupción que involucran a sus asistentes y familiares. Sobre este tema, confesó sentirse “frustrado y sin palabras”.
En cuanto a la controversia sobre la residencia donde vivirá después de su retirada, el mandatario reconoció no haber manejado el tema con más cautela; y expresó que regresará a su casa en el barrio Nonhyeondong, donde vivió durante 30 años.
También destacó la crítica de la oposición al TLC Corea del Sur-EEUU y a la construcción de la base naval en la isla de Jeju. Manifestó que ambas decisiones eran las correctas para el futuro, el progreso económico y la seguridad de la nación.
Citó las declaraciones hechas por la presidenta del Partido Democrático Unificado, Han Myeong Sook, durante el mandato del ex presidente Roh Moo Hyun, quien entonces expresó su apoyo a las políticas del TLC y la base naval.
El presidente hizo una llamada a la cooperación entre partidos por el bien del interés nacional. Sobre las relaciones intercoreanas, Lee dijo que si Corea del Norte busca sinceramente el diálogo, Corea del Sur recibirá a Pyongyang con el corazón abierto en cualquier momento y en cualquier lugar.
Sobre el tema de los desertores de Corea del Norte, el jefe de Estado surcoreano comentó que, mientras que no sean criminales, el gobierno chino debe considerarlos según la ley internacional. En este sentido el presidente se comprometió a reforzar la colaboración con Beijing.
En lo referente a la violencia escolar, Lee dijo que los maestros de artes y educación física serán ubicados en las escuelas del país para ofrecer una educación completa.