El jueves 23, hora de China, dio comienzo la tercera ronda de conversaciones de alto nivel entre EEUU y Corea del Norte.
La ronda de Beijing es el primer encuentro de representantes de ambas naciones desde el fallecimiento del líder norcoreano Kim Jong Il, y el traspaso de poder a su hijo, Kim Jong Un.
Uno de los resultados más esperados de esta reunión es la confirmación de los compromisos que los dos países adquirieron durante la última ronda. Pyongyang se comprometió a detener su programa de enriquecimiento de uranio, mientras que EEUU accedió a proporcionar 240 mil toneladas de ayuda alimentaria a la nación comunista.
Tras su llegada a Beijing, el jefe negociador norcoreano para la ronda, Kim Kye Kwan, interpelado por la prensa sobre las expectativas de su país, indicó que Pyongyang simplemente esperará. Tal comentario parece sugerir que Pyongyang desea que EEUU tome la iniciativa, y responda a las peticiones norcoreanas sobre la reanudación de la mesa sixpartita y la concesión de ayuda alimentaria.
Mientras tanto, el representante especial de EEUU para políticas de Corea del Norte, Glyn Davies, que encabeza la delegación de su país en esta ronda, indicó que la reanudación de las negociaciones nucleares depende de Corea del Norte.
El miércoles 22, representantes de ambas naciones acudieron a reuniones de trabajo en la misma capital china. Aún no se sabe si las conversaciones de alto nivel continuarán hasta el viernes 24.