El régimen norcoreano cursó una invitación a Pyongyang a científicos y técnicos relacionados con el desarrollo de misiles balísticos submarinos para celebrar el éxito del reciente lanzamiento de un misil de este tipo.
La primera cita del programa consistió en rendir culto a los monumentos de Kim Il Sung y Kim Jong Il; a la que sucedieron visitas a instalaciones de ocio construidas por el mandatario norcoreano, Kim Jong Un, para hacer propaganda de que el país ha logrado crear el paraíso.
En tanto, los medios norteños elogiaron al líder norcoreano por preparar una gran ceremonia de bienvenida para los científicos, y otra de despedida con más de 100.000 asistentes. Parece que fueron las autoridades norcoreanas quienes decidieron invitar a esas personas al evento, para intentar suavizar el ambiente de política de terror últimamente protagonizado por el mandatario norcoreano.