El martes 6, falleció Park Suk I a la edad de 93 años, una de las escasas supervivientes coreanas a la esclavitud sexual impuesta por Japón en tiempos de guerra.
Park vivía en Namhae, en la provincia de Gyeongsang del Sur, y desde el año pasado estaba en tratamiento al agravarse su salud.
Nacida en 1923, fue llevada a la fuerza a Japón a los 16 años mientras trabajaba en la costa frente a su casa, y durante 6 años fue obligada por el Ejército nipón a servir sexualmente a sus soldados.
Con su muerte, a fecha de hoy, solo permanecen con vida 39 surcoreanas de las 238 registradas oficialmente por el Gobierno como víctimas de esta cruel atrocidad cometida por Japón.