El líder norcoreano Kim Jong Un anticipó en su discurso de Año Nuevo que durante 2017 desplegará una fuerte y agresiva propaganda contra Corea del Sur.
El discurso fue emitido el 1 de enero, después de que el líder norteño visitara el Palacio del Sol de Kumsusan, donde yacen los restos mortales de su abuelo Kim Il Sung y de su padre Kim Jong Il.
Declaró que 2017 debería ser un año para intensificar la lucha contra aquéllos que -en complicidad con los extranjeros- impiden la reunificación de la península coreana; dejando entrever que intentará provocar un conflicto interno en la sociedad surcoreana con propaganda política. De sus palabras se deduce que aprovechará la inestabilidad política actual, derivada del proceso de destitución contra Park Geun Hye.
Asimismo, Kim Jong Un manifestó que los preparativos para un nuevo lanzamiento de un misil balístico intercontinental están en su última fase.