Domingo 25 de junio de 1950. 4:00 a.m.
Corea del Norte lanzó un ataque sorpresa contra Corea del Sur. La invasión fue el comienzo de la Guerra de Corea, una tragedia fratricida que perdura aún después de 70 años. Aunque los disparos cesaron y ya no se escucha el llanto de un pueblo azotado por tan terrible conflicto bélico, el dolor de la división nacional persiste.
Aquí les presentamos el testimonio de las últimas siete décadas donde las dos Coreas, pese al antagonismo ideológico y los diversos choques políticos y militares, no renunciaron a la aspiración común de lograr la paz y la reunificación algún día.
El 15 de agosto de 1945, Corea se liberó del dominio colonial japonés de 35 años. Pero la alegría del pueblo coreano duró poco, al intensificarse la Guerra Fría y la rivalidad entre el capitalismo de Estados Unidos y el comunismo de la Unión Soviética, que tuvo a la península coreana como uno de sus principales escenarios.
Esta situación provocó la división de Corea entre Norte y Sur, con el paralelo 38 de por medio, y con EEUU ocupando la mitad sureña y la URSS la parte norteña.
VIEW MORELa guerra estalló un domingo tranquilo, el 25 de junio de 1950. Entonces, acababa de reorganizarse la cúpula de las Fuerzas Armadas y muchos soldados estaban de permiso por la temporada de labranza agrícola. Ese vacío fue visto por Corea del Norte como una oportunidad y el Ejército norcoreano invadió Corea del Sur tras planearlo minuciosamente.
La falta de preparación de los surcoreanos permitió a las tropas del Norte ocupar en apenas tres días -el 28 de junio- Seúl, la capital.
VIEW MOREEl 26 de junio, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas celebró una reunión de urgencia y aprobó una resolución contra la guerra desatada en la península coreana, exhortando a Corea del Norte a retirarse del Sur. Sin embargo, las fuerzas norcoreanas hicieron caso omiso al respecto y siguieron con la guerra.
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Las negociaciones de tregua duraron dos años a partir del 10 de julio de 1951.
A día de hoy son recordadas como las más largas negociaciones de armisticio de la historia de la humanidad.
La Guerra de Corea se prolongó durante 1.129 días, desde el 25 de junio de 1950 hasta el 27 de julio de 1953. Durante ese periodo, murieron 138.000 soldados surcoreanos y 450.000 resultaron heridos.
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El 15 de agosto de 1945, Corea se liberó del dominio colonial japonés de 35 años. Pero la alegría del pueblo coreano duró poco, al intensificarse la Guerra Fría y la rivalidad entre el capitalismo de Estados Unidos y el comunismo de la Unión Soviética, que tuvo a la península coreana como uno de sus principales escenarios. Esta situación provocó la división de Corea entre Norte y Sur, con el paralelo 38 de por medio, y con EEUU ocupando la mitad sureña y la URSS la parte norteña.
Fue la antesala del nacimiento de una Corea capitalista en la zona sur y una Corea comunista en la zona norte, así como de los frecuentes choques militares que se producirían entre ambas zonas a partir de entonces, hasta desembocar en una guerra.
La guerra estalló un domingo tranquilo, el 25 de junio de 1950. Entonces, acababa de reorganizarse la cúpula de las Fuerzas Armadas y muchos soldados estaban de permiso por la temporada de labranza agrícola. Ese vacío fue visto por Corea del Norte como una oportunidad y el Ejército norcoreano invadió Corea del Sur tras planearlo minuciosamente.
La falta de preparación de los surcoreanos permitió a las tropas del Norte ocupar en apenas tres días -el 28 de junio- Seúl, la capital. A partir de ahí se adentraron rápidamente hacia el sur, logrando dos meses después de comenzar los ataques dominar prácticamente toda la península, excepto la zona al sur del río Nakdong.
El 26 de junio, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas celebró una reunión de urgencia y aprobó una resolución contra la guerra desatada en la península coreana, exhortando a Corea del Norte a retirarse del Sur. Sin embargo, las fuerzas norcoreanas hicieron caso omiso al respecto y siguieron con la guerra. En respuesta, la ONU determinó el 28 de junio tomar acciones militares para restaurar la paz, y el 7 de julio estableció el Comando de las Fuerzas de las Naciones Unidas en Corea del Sur, nombrando como comandante al general estadounidense Douglas MacArthur.
Durante la guerra, un total de 21 países apoyaron a Corea del Sur como parte de las fuerzas aliadas: 16 naciones enviaron tropas de combate (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Australia, Turquía, Filipinas, Tailandia, Holanda, Colombia, Grecia, Nueva Zelanda, Etiopía, Bélgica, Francia, Sudáfrica y Luxemburgo) y otras cinco proporcionaron asistencia médica (Suecia, India, Dinamarca, Noruega, Italia y Alemania Occidental). Además, otros estados ofrecieron otros tipos de ayuda, tanto financiera como material, a Corea del Sur.
Las negociaciones de tregua duraron dos años a partir del 10 de julio de 1951. A día de hoy son recordadas como las más largas negociaciones de armisticio de la historia de la humanidad.
Hasta culminar el 27 de julio de 1953, pocas veces la negociación tuvo un desarrollo apacible, ante la fuerte discrepancia entre las partes, principalmente al protagonizar fuertes desencuentros las fuerzas aliadas y las comunistas.
La Guerra de Corea se prolongó durante 1.129 días, desde el 25 de junio de 1950 hasta el 27 de julio de 1953. Durante ese periodo, murieron 138.000 soldados surcoreanos y 450.000 resultaron heridos. Incluyendo los desaparecidos, el total de víctimas militares supuso 621.000 soldados. En el caso de Corea del Norte, los fallecidos y heridos sumaron unos 520.000 efectivos, mientras que unos 280.000 desaparecieron. Las fuerzas de la ONU también sufrieron enormes bajas, que alcanzaron 41.000 muertos y hasta 155.000 víctimas, incluyendo desaparecidos y soldados hechos prisioneros. Sin embargo, la parte más dolorosa de la Guerra de Corea fue que este conflicto bélico dejó más víctimas civiles que militares. Las estimaciones indican que más de un millón de surcoreanos murieron en masacres, resultaron heridos o bien desaparecieron, mientras que en el bando norteño 1,5 millones de ciudadanos corrieron esa misma suerte. Sumando ambos datos, se estima que la guerra diezmó una quinta parte de la población total de la península coreana.
Igualmente, los daños materiales fueron astronómicos y hubo graves consecuencias socioeconómicas. En el caso de Corea del Sur, las pérdidas económicas fueron valoradas en 2.281 millones de dólares, al perder un 40% del tejido industrial y el 50% de las instalaciones mineras.
Además, unos 10 millones de personas tuvieron que separarse de sus familias, y muchos seres queridos quedaron en paradero desconocido por la guerra. Al respecto, se calcula que unas 300.000 mujeres enviudaron y unos 100.000 menores perdieron a sus padres. En tanto, la península coreana aún ostenta el triste título de ser “el único pueblo dividido del mundo”.
Desde el 14 de julio de 1956, Corea del Sur registró fuertes lluvias durante diez días. Las precipitaciones dejaron inundaciones y enormes pérdidas tanto humanas como materiales, aumentando hasta 68 personas el número de muertos y heridos, y hasta 4.377 millones de hwan (la moneda surcoreana de entonces) los daños materiales. Ante este desastre, la Cruz Roja Norcoreana notificó a la entidad homóloga de Corea del Sur su disposición a ayudar a los damnificados. Sin embargo, el Gobierno surcoreano del presidente RheeSyngMan rechazó la oferta, al considerarla un gesto con intenciones políticas ocultas.
En virtud de la recomendación del Comité Olímpico Internacional de formar una selección única entre las dos Coreas para las olimpiadas, las autoridades deportivas de Seúl y Pyongyang mantuveron una primera reunión en 1963 en Suiza. Sin embargo, no lograron acercar posturas, ni siquiera en las dos sesiones que celebraron adicionalmente tras la primera, y el proyecto de participación conjunta intercoreana en los Juegos Olímpicos quedó frustrado.
El llamado “Caso 21 de Enero” alude al ataque de unos espías norcoreanos armados que penetraron en territorio surcoreano y atentaron contra Cheongwadae, sede de la Presidencia de Corea del Sur. El golpe fue perpetrado por un grupo de 31 espías de Corea del Norte, quienes tras cruzar la frontera llegaron a Seúl de noche. Cuando fueron descubiertos en el puesto de guardia de Jahamun, a varios cientos de metros desde la casa presidencial, arrojaron granadas hacia los agentes policiales que vigilaban la zona y les atacaron con ametralladoras. Incluso lanzaron granadas contra un autobús, provocando la muerte de varios civiles. La Policía y el Ejército surcoreanos movilizaron inmediatamente sus fuerzas para reprimir el atentado. En el incidente, mataron a los espías norcoreanos, mientras que Kim Sin Jo, uno de ellos que permanecía escondido, fue arrestado con vida. El “Caso 21 de enero” agravó aún más las relaciones intercoreanas. El Gobierno surcoreano, por su parte, creó las fuerzas de reserva para ataques imprevistos de Corea del Norte.
Corea del Sur y Corea del Norte, que se habían mantenido reacios a iniciar conversaciones hasta la década de 1960, mientras prevalecía una fuerte rivalidad entre los bloques occidental-capitalista y oriental-comunista en un contexto mundial marcado por la guerra fría, comenzaron a allanar el camino al diálogo tras comenzar la década de los 70. Así, el 20 de agosto de 1971, la Cruz Roja Surcoreana y Norcoreana mantuvieron un primer contacto para abordar el tema de las familias separadas por la Guerra de Corea. A partir de esa primera reunión, ambas entidades celebraron siete rondas posteriores de negociación, desde agosto de 1972 hasta julio de 1973, para comprobar los datos sobre el paradero de las familias separadas, además de sondear la posibilidad de organizar encuentros entre familias y permitirles intercambiar cartas.
Entre finales de 1971 y marzo de 1972 las dos Coreas mantuvieron reuniones secretas en la aldea de la tregua de Panmunjeom, en la frontera intercoreana. Esas reuniones fueron sucedidas a comienzos de mayo de 1972 por un viaje a Pyongyang del entonces jefe de la Agencia Central de Inteligencia de Corea del Sur, Lee HuRak, y por la visita del vice primer ministro norcoreano Pak Song Chol a Seúl. Fue la primera vez que las dos Coreas intercambiaron opiniones políticas, acercamiento que posteriormente resultó en la emisión de la Declaración Conjunta Intercoreana del 4 de Julio, el primer documento acordado oficialmente entre el Sur y el Norte. Por primera vez en 27 años de división de la península, la declaración de las dos Coreas hablaba de tres principios: autonomía, paz y unidad nacional, vectores que a partir de entonces regirían cualquier contacto y diálogo intercoreano de los años venideros.
Mientras seguía en marcha el diálogo intercoreano, el entonces presidente de Corea del Sur, Park ChungHee, publicó la Declaración del 23 de Junio. En esa declaración, el mandatario abogaba por que las dos Coreas se abstuvieran de intervenir en la política interna de la contraparte. Además, manifestaba que Seúl no se opondría a la adhesión simultánea de Corea del Sur y Corea del Norte a la Organización de las Naciones Unidas, ni tampoco a la participación de Pyongyang en organismos internacionales, al tiempo de implementar una política de puertas abiertas hacia todas las naciones en aras del principio de beneficio mutuo. La mejor evaluación posible de la Declaración 23 de Junio es que se aleja de la hostilidad y de la rigidez que protagonizaban las políticas intercoreanas aplicadas hasta entonces, y refleja una actitud menos pasiva respecto a la reunificación pacífica de la península coreana. Sin embargo, en su momento, Corea del Norte la criticó por perpetuar la división nacional al admitir la existencia de dos gobiernos heterogéneos en la península, y llevó nuevamente al estancamiento de las relaciones intercoreanas.
El 18 de agosto de 1976, varios oficiales y soldados estadounidenses y surcoreanos podaban un álamo que bloqueaba la vista desde un puesto de guardia en el Área de Seguridad Conjunta. Pero unos militares norcoreanos descontentos con esta tarea, retaron a estadounidenses y surcoreanos. La tensión se agudizó y los soldados norcoreanos acabaron matando a dos oficiales estadounidenses con un hacha que dejaron unos trabajadores norcoreanos en la zona. Algo inaceptable en ese incidente fue que Corea del Norte, pese a ser culpable de los asesinatos, ni siquiera pidió una disculpa e incluso exigió a Corea del Sur y a Estados Unidos que sancionaran a los implicados.
Así, las negociaciones para resolver el caso no pudieron ni arrancar, y por primera vez desde el fin de la Guerra de Corea, las fuerzas de la ONU y el Ejército surcoreano activaron un sistema de combate para situaciones pre-bélicas.
Finalmente, las partes llegaron a un punto conciliatorio y acordaron talar el árbol en cuestión, al tiempo de aceptar Washington el comentario del entonces dirigente de Corea del Norte, Kim IlSung, expresando su lamento por lo ocurrido. En ese acuerdo influyó bastante la postura de Estados Unidos, que aún lidiaba con las secuelas de la Guerra de Vietnam y veía inoportuno involucrarse en otra nueva guerra.
Debido a este incidente, en Panmunjeom resaltaron el suelo con hormigón para definir la línea de demarcación militar.
El 9 de octubre de 1983, el entonces presidente de Corea del Sur, Chun Doo Hwan, estaba en visita de estado en Birmania (actual Myanmar), primer destino de un viaje oficial a seis naciones de Asia y Oceanía. Allí, decenas de autoridades surcoreanas y birmanas se encontraban en Rangún coordinando la visita del mandatario surcoreano al Mausoleo de los Mártires. Esos funcionarios terminarían siendo víctimas de un atentado con bomba perpetrado por agentes terroristas norcoreanos, pues 17 de ellos fallecieron y otros 14 resultaron heridos. Fue un ataque terrorista sin precedentes en la historia mundial de las relaciones diplomáticas. Tras el incidente, el Gobierno birmano arrestó a dos de los autores, les sentenció a pena de muerte y rompió relaciones diplomáticas con Corea del Norte. Más tarde, en octubre de 1984, señaló ante Naciones Unidas a Corea del Norte como responsable del atentado. Posteriormente, tres naciones rompieron lazos diplomáticos con Corea del Norte y otras 69 emitieron una declaración condenando al régimen de Pyongyang.
En el verano de 1984 se produjeron inundaciones masivas en Seúl debido a unas lluvias torrenciales que, durante cinco días seguidos, desde el 31 de agosto, anegaron la capital surcoreana. Los daños fueron enormes y mientras Corea del Sur batallaba para superar el desastre, la Cruz Roja Norcoreana expresó el 8 de septiembre su disposición a ofrecer asistencia a los damnificados en el Sur. Sus exactas palabras fueron que ofrecería su mano de ayuda en aras del amor fraternal que compartían los sur- y los norcoreanos, así como en base a los valores humanitarios. Esta vez la asistencia fue aceptada por Corea del Sur y los bienes enviados por el Norte llegaron en septiembre. Ese fue el primer contacto de índole humanitaria entre Seúl y Pyongyang, que además permitió suavizar el tenso ambiente que prevalecía en la península desde el atentado de Rangún en 1983.
Del 20 al 23 de septiembre de 1985, las familias separadas por la guerra pudieron reencontrarse por primera vez tras la división nacional, gracias al acuerdo establecido por las organizaciones de la Cruz Roja de las dos Coreas. Concretamente, 35 surcoreanos viajaron a Pyongyang y 30 norcoreanos pudieron encontrarse con sus seres queridos en Seúl, mientras que también se organizaron presentaciones de una compañía artística surcoreana en Corea del Norte, y viceversa. Esos eventos marcaron el primer intercambio intercoreano a nivel del sector civil desde el fin de la guerra.
En los ochenta, Corea del Norte se convirtió en foco de atención al construir con tecnología propia un reactor atómico en la localidad de Yongbyon en 1980 y un centro de reprocesamiento nuclear en 1985. Sin embargo, a partir de entonces la Unión Soviética comenzó a urgir al régimen norcoreano a detener el desarrollo nuclear, exigencia que Pyongyang no pudo ignorar y en 1985 decidió adherirse al Tratado de No Proliferación Nuclear de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). A cambio, recibió de la URSS varios cazas y otras armas de tecnología punta. Pero los problemas surgieron después, cuando Corea del Norte protagonizó un fuerte conflicto con la AIEA en torno al acuerdo de las salvaguardias nucleares. Finalmente, Corea del Norte firmó el Tratado de No Proliferación el 30 de enero de 1992, seis años después de declarar su intención de suscribirlo.
El 29 de noviembre de 1987, el avión KE858 de Korean Air que volaba desde Bagdad, Irak, rumbo a Seúl explotó sobre el Océano Índico. Fue un atentado con bomba efectuado por dos agentes especiales de Corea del Norte. Entonces, el Gobierno surcoreano concluyó en base a diversas investigaciones oficiales que el bombardeo fue un ataque terrorista perpetrado por órdenes del régimen norcoreano, y detuvo a Kim Hyon Hui como principal sospechosa.
Las dos Coreas crearon una selección única para competir en el 41º Campeonato Mundial de Tenis de Mesa, celebrado en abril de 1991 en China, Japón, como resultado de la primera cooperación en el ámbito deportivo. En la final de la categoría femenina en equipos, la selección intercoreana se proclamó campeona derrotando a China, potencia mundial en tenis de mesa por excelencia. En tanto, el equipo masculino también obtuvo buenos resultados al quedar entre los cuatro mejores. La bandera de la península coreana y la canción folklórica Arirang, usadas para representar a la selección conjunta en dicho torneo, son consideradas aún en la actualidad como símbolo de los equipos intercoreanos.
En la 46ª Asamblea General de Naciones Unidas, el 18 de septiembre de 1991, Corea del Sur y Corea del Norte fueron admitidos simultáneamente en la ONU. Así, ambas Coreas se convirtieron en estados-miembro de esa organización internacional al mismo tiempo, 46 años después de la división nacional y 46 años después de la fundación de la ONU. En principio, Seúl y Pyongyang mostraron una gran diferencia de posturas sobre la adhesión a Naciones Unidas, sobre porque el Sur insistía en ingresar en la ONU por su cuenta, mientras que el Norte alegaba que esa pretensión perpetuaría la división de la península.
El cambio llegó con el fin de la guerra fría y al no vetar más a integrantes comunistas como China el acceso de Corea del Sur a la ONU. Entonces, Corea del Norte sintió la amenaza de quedar aislado de la comunidad internacional si solo Corea del Sur lograba el estatus de integrante de Naciones Unidas y cambió de parecer.
La adhesión simultánea de las dos Coreas a la ONU, mejoró la posición de ambas naciones en la esfera internacional, además de contar con una nueva plataforma para promover la normalización de las relaciones intercoreanas y sus relaciones con el exterior.
El 31 de diciembre de 1991, Seúl y Pyongyang mantuvieron tres reuniones para abodar temas relacionados con el desarrollo nuclear, logrando emitir una declaración conjunta sobre la desnuclearización de la península coreana. En principio, el documento prohíbe los ensayos nucleares, la producción de armas nucleares y la posesión de instalaciones de enriquecimiento de uranio.
Desde 1987 hasta 1992, Corea del Norte y Estados Unidos llevaron a cabo en Beijing negociaciones para normalizar relaciones. Sin embargo, al no ser aceptadas sus condiciones, Corea del Norte declaró que abandonaría el Tratado de No Proliferación Nuclear, anuncio que inquietó profundamente a la sociedad global, pues implicaba que Pyongyang retomaría el desarrollo de armas nucleares.
La comunidad internacional criticó duramente a Corea del Norte por abandonar el Tratado de No Proliferación Nuclear. Describió la decisión como una amenaza a la paz mundial y procedió a tomar sanciones. Estados Unidos, no obstante, consideró un serio factor de riesgo la alianza Corea del Norte-China, y consideró incluso la posibilidad de que China realizara una intervención militar. Asimismo le inquietó la realidad de Corea del Norte, pues debido a su ambición nuclear, estaba cada vez más marginado de la comunidad internacional y atravesaba graves dificultades económicas. En este contexto, Pyongyang y Washington empezaron a negociar y en octubre de 1994 establecieron el Acuerdo Básico de Ginebra. Un acuerdo en el que Estados Unidos se comprometía a proporcionar a Corea del Norte dos reactores atómicos de agua ligera y a normalizar relaciones - tanto políticas como económicas- entre ambos países, a cambio de que Pyongyang suspendiera sus programas de desarrollo nuclear.
El fundador del Grupo Hyundai, Chung Ju Yung, viajó por carretera a Corea del Norte en junio y octubre de 1998. En sus viajes llevó a Corea del Norte una manada de ganado vacuno, con un total de 1.001 cabezas de ganado. Nacido en la localidad de Tongcheon, en la provincia de Gangwon, actualmente territorio norcoreano, el empresario escapó de casa a los 17 años y se asentó en la mitad sureña de la península, tras robar los 70 wones que había obtenido su padre por la venta de una res. Ese fue el humilde comienzo de uno de los conglomerados más importantes de Corea del Sur.
Sobre los viajes que hizo a Corea del Norte con esas cabezas de ganado, Chung comentó que su objetivo era devolver la deuda que mantenía con su pueblo natal.
Esta acción del empresario marcó un hito en la historia de los intercambios intercoreanos.
El programa de turismo surcoreano al monte Geumgang en Corea del Norte arrancó el 18 de noviembre de 1998. Al tratarse de viajeros civiles, esa iniciativa fue muy trascendental en la historia de la península coreana, que por aquel entonces permanecía dividida durante medio siglo. También fue resultado de los arduos esfuerzos realizados por el Grupo Hyundai y la “política de rayos solares” que desplegó entonces la Administración del presidente Kim Dae Jung. Actualmente, el turismo al monte Geumgang permanece en suspenso por una serie de diferencias y problemas que surgieron en años posteriores.
Durante la mañana del 15 de junio de 1999, cuatro barcos militares norcoreanos invadieron aguas surcoreanas junto con unos 20 pesqueros, adentrándose hasta unos dos kilómetros al sur de la Línea Limítrofe Norteña, la frontera marítima intercoreana en el Mar del Oeste. La Fuerza Naval surcoreana emitió dos advertencias verbales, pero al ver que los barcos norcoreanos no retrocedían, aproximó sus buques para forzar la retirada. Eso produjo fuertes choques, donde siete miembros de la Fuerza Naval de Corea del Sur resultaron heridos, un barco norcoreano resultó hundido y otros cinco sufrieron graves daños.
El presidente Kim Dae Jung aludió a la posibilidad de organizar una cumbre intercoreana cuando apenas asumió el poder en 1998, en su discurso de investidura. Tras hacerse cargo de la gestión del Estado, propuso sin dilación a Corea del Norte intercambiar emisarios especiales para reactivar el diálogo intercoreano. Así, las dos Coreas llegaron a junio de 2000, mes en que tuvo lugar la histórica primera Cumbre intercoreana.
El presidente surcoreano Kim Dae Jung y el presidente de la Comisión Nacional de Defensa de Corea del Norte, Kim JongIl, se encontraron en Pyongyang y se reunieron durante tres días desde el 13 de junio de 2000, sesiones que culminaron con la emisión de la Declaración conjunta 15 de Junio.
La primera Cumbre intercoreana es considerada como un punto de inflexión en la historia de la península coreana, y como el acontecimiento que dejó atrás las hostilidades del pasado para avanzar hacia una nueva era de paz y reconciliación.
Tras la división de la península, la línea Gyeonguiquedó sin servicio y las vías de un tramo de 20 kilómetros: 12 de territorio surcoreano y 8 en Corea del Norte, quedaron obsoletas. Las autoridades de Seúl y Pyongyang acordaron restaurar dicha línea ferroviaria durante una reunión ministerial intercoreana organizada poco después de la cumbre. Las obras comenzaron en septiembre del año 2000, en Corea del Sur en el tramo entre Munsan y la frontera intercoreana, y en Corea del Norte en la sección desde la frontera hasta la ciudad de Gaesong.
Desde las visitas recíprocas de familias separadas y compañías artísticas organizadas en septiembre de 1985, la realidad de los ciudadanos con parientes al otro lado de la frontera no fue a mejor. En este contexto, el reencuentro coordinado gracias al acuerdo establecido entre las oficinas de la Cruz Roja de las dos Coreas en septiembre de 1985, permitió a esas familiasvivir la mayor de sus alegrías. En Seúl y Pyongyang, unas 1.170 personas tuvieron la oportunidad de volver a reencontrarse con sus seres queridos, a los que no veían desde hacía más de cincuenta años.
En noviembre de 2003 tuvo lugar la quinta reunión intercoreana de la Cruz Roja, que definió las pautas para implementar un sistema de encuentros por videoconferencia, pensando en posibles vías de habilitar una plataforma permanente de contacto entre las familias separadas.
Las conversaciones avanzaron aún más en los años siguientes con el nuevo acuerdo firmado en noviembre de 2007 para aumentar el número de familiares que en cada edición podrían participar en esos reencuentros, al tiempo de institucionalizarlos. Además, el 5 de febrero de 2008 las dos Coreas acordaron permitir el intercambio de vídeo mensajes, y unas veinte familias pudieron ver y escuchar a sus seres queridos en la otra mitad de la península mediante mensajes de vídeo.
Desde entonces, entre 2009 y 2010 tuvieron lugar la decimoséptima y decimoctava edición de reencuentros familiares. Sin embargo, quedaron interrumpidas a raíz del bombardeo norcoreano a la isla de Yeonpyeong a finakes de 2010, para reanudarse cuatro años después, en febrero de 2014. Así, en octubre de 2015 se llevó a cabo la vigésima edición y en agosto de 2018 la vigesimoprimera.
La línea ferroviaria Gyeongui fue inaugurada en 1906. Conectaba Seúl con Sinuiju, al noroeste de Corea del Norte. Sin embargo, estas vías férreas quedaron inoperativas durante la Guerra de Corea y permanecieron así durante décadas después tras el conflicto bélico. El proyecto de restauración y reconexión de la línea Gyeongui comenzó en virtud de la primera Cumbre intercoreana de junio de 2000. Las obras se pusieron en marcha y en abril de 2002, abrió la estación de Dorasan. Una estación que a día de hoy es el extremo norte del tramo surcoreano de la línea Gyeongui. Desde ahí ya no es posible avanzar más hacia el norte, no obstante conserva un enorme simbolismo en la trayectoria hacia la reunificación de la península coreana, máxime desde que en dicho lugar ofrecieran sus discursos importantes líderes políticos, como el expresidente surcoreano Kim Dae Jung y el expresidente de Estados Unidos, George W. Bush.
La segunda batalla de Yeonpyeongse desató el 29 de junio de 2002, el mismo día del partido para definir el tercer y cuarto lugar de la Copa Mundial de la FIFA Corea-Japón. Entonces, dos barcos patrulla norcoreanos cruzaron la Línea Limítrofe Norteña del Mar del Oeste y lanzaron un ataque sorpresa contra otro buque de la Fuerza Naval surcoreana. Tras un intercambio de fuego cruzado, el conflicto derivó en un feroz enfrentamiento, que finalizó con el hundimiento del buque surcoreano y seis muertos y 18 heridos entre las tropas de Corea del Sur. En tanto, uno de los dos barcos norcoreanos fue parcialmente destruido y unos treinta soldados y oficiales norcoreanos murieron o resultaron heridos.
Este enfrentamiento marítimo impactó en la sociedad surcoreana al llegar poco después del pacto entre Seúl y Pyongyang para mejorar las relaciones intercoreanas, que tuvo lugar durante el viaje a Corea del Norte de un enviado especial del Gobierno surcoreano en abril de 2002.
La segunda crisis nuclear norcoreana se desató al sospecharse en octubre de 2002 que Pyongyang mantenía operativo un programa de enriquecimiento de uranio. Esas sospechas llegaron en un contexto de constante aumento de tensión entre Corea del Norte, que mostraba una actitud poco cooperantea la inspección nuclear de la AIEA, y Estados Unidos, que en base a esa renuencia se negaba a continuar construyendo los reactores de agua ligera que había prometido ofrecer al régimen norcoreano.
Así las cosas, Corea del Norte anunció que retomaría el desarrollo nuclear y finalmente, el 10 de enero de 2003, declaró que abandonaba el Tratado de No Proliferación Nuclear. Ciertamente, era un hecho sin precedentes que un país abandonara dicho tratado, y la decisión de Pyongyang fue vista como un desafío al sistema internacional de prevención de la proliferación de armas.
La creación y posterior apertura del Complejo industrial de Gaesong fue una iniciativa histórica en cuanto a cooperación intercoreana se refiere, pues aunaba los puntos fuertes de las dos Coreas: el capital y las tecnologías del Sur y los recursos territoriales y la mano de obra del Norte. El polígono comenzó a operar en fase piloto en junio de 2004, cuando quince empresas surcoreanas activaron sus respectivas líneas de producción.
Así, el complejo de Gaesongdesde un principio mantuvo un gran significado, no solo desde el ámbito económico, sino también a nivel sociocultural, al ser escenario de una activa producción industrial y promover contactos directos entre civiles de las dos Coreas.
En términos de comercio intercoreano, los bienes manufacturados en dicho parque fabril representaron hasta un 99,6% en 2015, mientras que el polígono en sí se convirtió en una comunidad económica y laboral integrada por unos 54.800 obreros norcoreanos y 800 trabajadores surcoreanos en su punto máximo.
Sin embargo, y pese a su importancia, el complejo de Gaesong atravesó serios percances que complicaron su continuidad, cada vez que las relaciones intercoreanas tambaleaban o empeoraban las amenazas nucleares de Pyongyang. Y lo peor llegó en febrero de 2016, cuando el Gobierno surcoreano decidió suspender la operativa del Complejo industrial de Gaesong por los reiterados ensayos nucleares y balísticos de Corea del Norte, y ante la sospecha de que el régimen norcoreano usabalos beneficios de esa zona manufacturera al desarrollo de armas nucleares. Actualmente, el complejo de Gaesongpermanece cerrado, aunque de modo provisional.
En febrero de 2005, Corea del Norte declaró oficialmente a través de un comunicado del Ministerio de Exteriores que poseía armas nucleares para su autodefensa. Más tarde, en abril de 2012, en su Constitución incluyó un párrafo en el que se autoproclamaba como Estado nuclear.
El 19 de septiembre de 2005, Corea del Norte expresó su voluntad de renunciar a las armas nucleares y a partir de este manifiesto las dos Coreas, Estados Unidos, China, Rusia y Japón firmaron la Declaración conjunta 19 de Septiembre durante la cuarta reunión sixpartita, un mecanismo de diálogo multilateral sobre el tema nuclear norcoreano. La Declaración fue percibida como el punto de partida para arraigar un sistema de paz, pues guardaba relación directa con la desnuclearización de la península coreana. Sin embargo, casi inmediatamente después de emitir ese documento, Estados Unidos clasificó a Corea del Norte como país patrocinador de terrorismo, gesto al que Pyongyang respondió con un ensayo balístico en julio de 2006, y con una primera prueba nuclear en octubre de ese mismo año.
Así, la Declaración 19 de Septiembre quedó prácticamente en papel mojado.
Corea del Norte efectuó su primer ensayo nuclear el 9 de octubre de 2006, pese a la preocupación expresada por sus vecinos y a los intentos de China por persuadirle en contra.Entonces, Estados Unidos lideró la adopción de una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para presionar a Pyongyang. El régimen norcoreano resistió y anticipó que seguiría aumentando su potencial de disuasión, movilizando todossus medios o recursos disponibles. En este ambiente, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución 1718 contra el comercio y traslado de materiales, equipos y tecnologías relacionadas con armas de destrucción masiva, que además instaba a los estados-miembro bloquear el acceso a su territorio de funcionarios o empresarios norcoreanos relacionados con esas actividades.
Del 2 al 4 de octubre de 2007 el presidente surcoreano RohMooHyun visitó Pyongyang y mantuvo una cumbre con el presidente de la Comisión Nacional de Defensa de Corea del Norte, Kim Jong Il. Fue la segunda reunión al máximo nivel celebrada entre las dos Coreas hasta esa fecha, desde la que tuvo lugar en junio de 2000.
Enormementeemotivo fue el momento en queRoh cruzó a pie la frontera intercoreana, convirtiéndose en el primer mandatario surcoreano en pisar el Norte en mucho tiempo, con tan simbólico gesto.
Al finalizar la segunda cumbre emitieron la Declaración 4 de Octubre, oficialmente denominada como Declaración para el Progreso de las Relaciones intercoreanas y la Prosperidad pacífica. Esa declaración abogaba por organizar una cumbre tripartita o a cuatro bandas para resolver el problema nuclear de la península coreana, promover la cooperación económica intercoreana y aumentar los reencuentros de familias separadas.
Hasta el primer semestre de 2008, el turismo al monte Geumgang aumentó cuantitativa y cualitativamente, pero un hecho inesperado congeló ese programa de viajes. Ese hecho fue la muerte de una turista surcoreana en el monte Geumgang, que cayó abatidapor los disparos de un soldado norcoreano el 11 de julio de 2008. Para el Gobierno de Corea del Sur, tan aciago incidente se convirtió en asunto de máxima gravedadque ponía en duda la seguridad de los ciudadanos surcoreanos que viajaban al monte Geumgang, y decidió interrumpir el programa y suspender el turismo al Norte el 12 de julio de 2008.
Corea del Norte llevó a cabo su segundo ensayo nuclear el 25 de mayo de 2009 en la localidad de Punggye-ri, en la provincial de Hamgyeong del Norte, el mismo lugar donde había realizado la primera prueba. La sociedad global condenó al unísono al régimen norcoreano y el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó el 12 de junio de 2009 la resolución 1874, que comprendía sanciones aún más duras.
A las 21:22 del 26 de marzo de 2010, la corbeta Cheonan de la Fuerza Naval surcoreana, de 1.200 toneladas de peso, se hundió tras ser atacada por un torpedo norcoreano. Solo 58 de los 104 soldados y oficiales a bordo fueron rescatados, pero los 46 restantes no fueron encontrados y todos fueron dados por muertos.
Para conocer las causas del incidente en detalle, las Fuerzas Armadas iniciaron una investigación con un equipo público-privado de expertos, que incluía especialistas de Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Suecia. El equipo anunció los resultados de la investigación en mayo concluyendo que el hundimiento de la corbeta Cheonan fue provocado por el impacto de un torpedo norcoreano CHT-02D, cuyo propulsor fue hallado en el lugar de los hechos.
Tras descubrir que un ataque norcoreano había sido el causante del hundimiento dela corbeta Cheonan, el Gobierno surcoreano adoptó un paquete de medidas contra Corea del Norte como gesto para mostrar su determinación de no tolerar más provocaciones y de recalcar que los actos hostiles no quedarían impunes. Esas medidas son conocidas como sanciones del 24 de mayo y, entre otras actividades, prohibían los viajes de surcoreanos a Corea del Norte, excepto al Complejo industrial de Gaesong y al monte Geumgang. También imposibilitaban el comercio intercoreano, cualquier nueva inversión en Corea del Norte, la navegación de barcos norcoreanos por aguas surcoreanas y la concesión de programas de ayuda a Corea del Norte.
Corea del Norte bombardeó el 23 de noviembre de 2010 la isla surcoreana de Yeonpyeong. Fue un ataque indiscriminado sin considerar entre zonas militares y civiles, y provocó la muerte de dos soldados de la Infantería de Marina de Corea del Sur y de otros dos civiles. También destruyó 133 casas y edificios, y de la noche a la mañana los residentes de la isla perdieron su trabajo y su fuente de ingresos.
Este incidente fue el primer ataque directo de Corea del Norte contraterritorio surcoreano desde el fin de la Guerra de Corea, y sacudió las bases de los esfuerzos por instaurar la paz, al atacar con armas a civiles.
El tercer ensayo nuclear de Corea del Norte fue realizado el 12 de febrero de 2013 en Punggye-ri. Por esa prueba, la sociedad global condenó al régimen de Pyongyang y las sanciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas fueron reforzadas mediante una nueva resolución, la Nº 2094, que también fue respaldada por China, eterno aliado de Corea del Norte.
Corea del Norte ejecutó su cuarto ensayo nuclear el 6 de enero de 2016, nuevamente en Punggye-ri. La comunidad internacional buscó la manera de imponer sanciones aún más estrictas y el 2 de marzo de 2016, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la resolución Nº 2270, conocida por incluir las sanciones más efectivas y extensas posibles de índole no militar, de entre las adoptadas hasta entonces.
El Gobierno surcoreano, por su parte, cerró el Complejo industrial de Gaesong en respuesta contra el cuarto ensayo nuclear y el lanzamiento de misiles de largo alcance por parte de Pyongyang.
En 2016, el Complejo industrial de Gaesong, proyecto estrella y de gran simbolismo en cuanto a cooperación económica intercoreana, llegó a una situación crítica. El entonces Gobierno de la presidenta Park GeunHye anunció el 10 de febrero la suspensión de la operativa en dicha zona manufacturera como sanción hacia Corea del Norte por sus ensayos nucleares y balísticos. Al día siguiente, Corea del Norte decretó la clausura del polígono y el congelamiento de los activos surcoreanos, expulsando de un día para otro a todo el personal surcoreano. Ante tan improvisada respuesta, las empresas que operaban enGaesong sufrieron unas pérdidas astronómicas, y a día de hoy el complejo de Gaesongcontinúa inactivo.
Corea del Norte llevó a cabo su quinto ensayo nuclear el 9 de septiembre de 2016 en Punggye-ri. Esta prueba permitió estimar la capacidad nuclear de Pyongyang, y los analistas cuestionaba o valoraban hasta qué punto podría haber avanzado el Norte y contar con un arsenal de misiles con ojivas nucleares.
En respuesta, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó la resolución Nº 2321 con sanciones adicionales.
El sexto ensayo nuclear de Corea del Norte tuvo lugar en Punggye-ri el 3 de septiembre de 2017, un año después de la quinta prueba. También fue el primer ensayo tras la inauguración de la Administración de Moon Jae In en Corea del Sur y la investidura de Donald Trump como presidente estadounidense.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó la resolución Nº 2375.
A falta de apenas unos veinte días para la apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno PyeongChang 2018, las dos Coreas llegaron en el último momento un acuerdo para que los deportistas del Sur y del Norte entraran conjuntamente en el desfile de la ceremonia de apertura, y también para crear equipos intercoreanos de cara al torneo. En particular, destacó la selección única Sur-Norte en hockey femenino. Pese a los sacrificios que supuso competir con un equipo formado sin tiempo para entrenamientos conjuntos, las deportistas sur- y norcoreanas compitieron juntas dejando brillar la solidaridad y el valor de la unidad. Así, los JJOO de PyeongChang2018 adquirieron el título de “Olimpiadas de la paz”.
El 27 de abril de 2018 tuvo lugar la tercera Cumbre intercoreana en la aldea de la tregua de Panmunjeom, en el lado sureño, pero sobre la frontera. Así, por primera vez en la historia el dirigente máximo de Corea del Norte pisó territorio surcoreano y los líderes surcoreano y norcoreano cruzaron la línea de demarcación militar tomados de la mano.
Durante la cumbre, el presidente surcoreano Moon Jae In y el presidente de la Comisión de Asuntos Estatales de Corea del Norte, Kim JongUn, conversaron con franqueza y en un ambiente relajado, escenas que fueron retransmitidas en vivo hacia el mundo entero.
Al finalizar la reunión, ambos líderes emitieron la Declaración de Panmunjeom por la paz, la prosperidad y la reunificación de la península coreana. Sin duda, lo más destacable de esa declaración fue que las dos Coreas coincidieron en un mismo objetivo: la completa desnuclearización de la península coreana.
Las dos Coreas formaron una selección única para la competición femenina por equipos en el Campeonato Mundial de Tenis de Mesa celebrado en Suecia. Si bien el equipo intercoreano no pudo avanzar a la final, al ser derrotado por Japón en semifinales, las palistas surcoreanas y norcoreanas subieron juntas al podio y se colgaron la medalla de bronce.
Exactamente un mes después de la cumbre en el lado sureño de Panmunjeom, los líderes de las dos Coreas se reencontraron en Tongilgak, en el lado norteño de dicha zona fronteriza, el 26 de mayo. La cumbre fue organizada a partir de una petición del dirigente norcoreano Kim Jong Un al presidente surcoreano Moon Jae In, expresando su deseo de reunirse con él de modo casual y sin formalidades. Moon aceptó la petición y ambos se reunieron para conversar con total sinceridad y teniendo en mente la cumbre Corea del Norte-Estados Unidos que se avecinaba.
Los líderes reafirmaron que la marcha hacia la desnuclearización y la paz de la península coreana no debía verse interrumpida por nada, y acordaron cooperar estrechamente para continuar esa marcha.
El presidente de la Comisión de Asuntos Estatales de Corea del Norte, Kim Jong Un, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebraron histórica una cumbre en Singapur el 12 de junio de 2018, la primera entre un dirigente norcoreano y un presidente estadounidense en 65 años desde la firma del Acuerdo de Armisticio en 1953.
Durante el encuentro, Trumpse comprometió a garantizar la continuidad del régimen norcoreano y Kim JongUn a promover una desnuclearización completa de la península coreana.
La Cumbre de Singapur fue indudablemente un hito que abrió una nueva era en la región, sin embargo la declaración conjunta emitida al final quedó coja, al no incluir la expresión “desnuclearización completa, verificable e irreversible”.
Corea del Sur y Corea del Norte formaron equipos únicos en tres modalidades de cara a los Juegos Asiáticos Yakarta-Palembang. En concreto, las selecciones intercoreanas compitieron en baloncesto, canoa y remo, obteniendo una medalla de oro, otra de plata y dos de bronce.
Desde el 18 de septiembre de 2018 y durante tres días tuvo lugar la tercera cumbre entre el presidente surcoreano Moon Jae In y el dirigente norcoreano Kim Jong Un. También supuso la tercera visita de un mandatario surcoreano a Pyongyang, después de las realizadas por Kim Dae Jung en 2000 y por Roh Moon Hyun en 2007.
El resultado más importante de la cumbre fue la Declaración conjunta de Pyongyang, que contemplaba medidas para aliviar la tensión militar e impulsar proyectos de cooperación económica, tales como la reconexión vial y ferroviaria. Asimismo, los ministros de Defensa de las dos Coreas firmaron un acuerdo militar.
Pero, el momento más emotivo fue el discurso del presidente Moon Jae In ante una multitud de unos 150.000 ciudadanos en Pyongyang, gesto que le convirtió en el primer mandatario surcoreano en dirigirse a la población norcoreana.
El último día de la visita, el 20 de septiembre, Moon y Kim subieron juntos el monte Baekdu. Una vez la cima, ambos levantaron sus manos unidas, escena que fue catalogada como la exitosa culminación de la Cumbre intercoreana de Pyongyang.
La ceremonia de inicio de obras de reconexión y modernización de vías férreas y carreteras entre las dos Coreas tuvo lugar el 26 de diciembre de 2018 en la estación de Panmun, en Gaesong.
Dicho proyecto forma parte de una iniciativa del Ferrocarril de la Península Coreana y permitirá, una vez completado, conectar las redes ferroviarias surcoreanas con líneas de China y de Mongolia, y hasta con el Tren Transiberiano para hacer realidad el sueño de poder viajar en tren desde Corea hasta Europa.
El presidente surcoreano Moon Jae In, el dirigente norcoreano Kim Jong Un y el presidente estadounidense Donald Trump se reunieron en Panmunjeom el 30 de junio de 2019. Fue un encuentro inesperado, además de ser el primero de la historia entre los líderes de las dos Coreas y Estados Unidos.
Kim Jong Un y Donald Trump, en concreto, se saludaron sobre la línea de demarcación militar y juntos caminaron hacia el lado norteño de la frontera. Así, Trump se convirtió en el primer mandatario norteamericano en pisar territorio norcoreano.
Posteriormente, se reunieron con el presidente surcoreano en una reunión tripartita. Finalmente, y tras una conversación bilateralcon el dirigente norcoreano, el presidente estadounidense anunció que reanudaría oficialmente las negociaciones a nivel de trabajo entre Pyongyang y Washington.