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Todo sobre las dos Coreas

Breve historia de Corea del Norte

Años 90

La Muerte de Kim Il Sung y el Gobierno Hereditario

A pesar de que el gobierno de Kim Il Sung permitió una total estabilidad política bajo un sistema autocrático absoluto, como país, Corea del Norte estaba sufriendo de un estancamiento económico y una marginación diplomática debido a las desventajas que presentaba su economía socialista. En muchos aspectos, era tiempo para el cambio. Aunque fue cancelada debido a la muerte de Kim Il Sung, la sugerencia de celebrar una cumbre intercoreana surgió también en este contexto. La muerte de Kim Il Sung en el año 1994 marcó la finalización de toda una era.

La Muerte de Kim Il Sung

Kim Il Sung falleció a las 2:00a.m. el 8 de julio de 1994. Sin embargo, las autoridades norcoreanas publicaron la noticia oficialmente 34 horas después de la muerte. El anuncio decía que la causa de la muerte había sido un “infarto de miocardio provocado por la presión que representaron los esfuerzos incansables y desinteresados que hizo el líder norcoreano”. El acto funerario se llevó a cabo 11 días después de la muerte, el 19 de julio. Como se hizo en el caso de Lenin y Mao, el cadáver de Kim Il Sung fue embalsamado y sepultado en el Palacio Presidencial Kumsusan de Pyongyang.

Gobierno Hereditario

Como había sido designado heredero del régimen ya desde la década de 1970, Kim Jung Il estaba preparado para tomar las riendas del gobierno y se estimaba que lo haría sin mucha dificultad. En realidad, la sucesión del poder era un hecho sin precedentes que ocurría en un Estado comunista y ello hizo que los ojos del mundo entero se concentraran en Pyongyang. Empero, para la sorpresa de muchos, Kim Jong Il no logró apoderarse completamente del mando del gobierno, pues sólo asumió el cargo de Comandante en Jefe de la KPA. Durante tres años, se dijo simplemente que Kim Jong Il gobernaría Corea del Norte conforme a los últimos deseos de su padre. Estos comentarios sirvieron para mantener la autoridad y el misticismo que cubrían la figura de Kim Il Sung, al tiempo que permitieron a Kim Jung Il actuar como presidente de facto. Bajo tales circunstancias, Kim Jong Il no asumió ningún cargo oficial y por tanto este período es llamado como “tiempos de gobierno heredero del legado”.

El “gobierno heredero del legado” fue posible gracias a los fundamentos ideológicos de Corea del Norte profundamente arraigados en una mezcla de marxismo-leninismo y el sistema autoritario basado en los principios confucianos tradicionales de patriarcado y autoconfianza, conocido también como “Juche” o “Kimismo”. Kim Jong Il, habiendo tomado el poder en medio de una serie de problemas originados por ser él el heredero político, así como por el estancamiento económico y la marginación de Corea del Norte de la esfera internacional, fue consolidando su posición apoyándose momentáneamente en la autoridad de su padre. La deificación de Kim Il Sung, que prevaleció gracias al énfasis que se puso en los valores tradicionales como la lealtad y las obligaciones filiales, hicieron que la autoridad y el culto al líder fueran traspasados de Kim Il Sung a Kim Jong Il. Esto previno la posible oposición por parte de los disidentes, contribuyendo a la vez a la consolidación de un sistema autocrático bajo el mando de Kim Jong Il.

Planificación de Parachoques Económico (1994∼1996)

Corea del Norte reconoció oficialmente el fracaso del tercer plan septenal en la vigésimo primera reunión del sexto Comité Central del Partido en 1993. Entonces, se implementó un “período amortiguador” de transición para la construcción de una economía socialista, durante el cual se priorizaron la agricultura, las industrias livianas y el comercio. Aunque el período amortiguador había sido planeado previo a la muerte de Kim Il Sung, por coincidencia el mismo sirvió como un período de transición económica al “sistema Kim Jong Il”.

Crisis Nuclear Norcoreana

La llamada primera crisis nuclear norcoreana empezó cuando Corea del Norte se salió del Tratado de No Proliferación en 1993. Corea del Norte había firmado un acuerdo de salvaguardias con la Agencia Internacional de Energía Atómica en enero de 1992. Conforme a dicho documento, la AIEA efectuó seis inspecciones en Corea del Norte y hallo evidencias suficientes para concluir que el país comunista pudo haber extraído varios kilogramos de plutonio para armas atómicas. Esta conclusión de la AIEA contrastó claramente con el informe que Pyongyang entregó a dicha agencia sobre que sólo 90 gramos de materiales nucleares fueron extraídos.

Esta diferencia hizo que la AIEA pidiera una inspección especial y fue frente a esta solicitud que Corea del Norte decidió salirse del Tratado de No Proliferación como un acto de protesta. Casi un año entero de negociaciones poco fructíferas transcurrió y la crisis llegó a su momento culminante en junio de 1994 cuando casi llega a desencadenarse una guerra.

Afortunadamente, las tratativas se reanudaron después de una dramática visita a Corea del Norte que realizó el ex presidente estadounidense Carter, quien se reunió con el presidente norcoreano Kim Il Sung. Las negociaciones norcoreano-estadounidenses resultaron en el Acuerdo de Ginebra en octubre de 1994, alcanzado entre el embajador de Estados Unidos Robert Gallucci y el jefe de la Primera División del Ministerio de Exteriores de Corea del Norte, Kang Suk Ju. El acuerdo, que estipulaba que Corea del Norte suspendería su programa nuclear a cambio de petróleo y reactores de agua ligera, efectivamente puso punto final a la primera crisis nuclear. Aunque fue anunciado después de la muerte de Kim Il Sung, el Acuerdo de Ginebra estableció el marco base para las relaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos en las postrimerías de la “era de Kim Il Sung”.

La Era de Kim Jong Il – el Estado Militarista

El peculiar sistema político de Corea del Norte – un gobierno basado en el legado de Kim Il Sung – confirió todo el poder a Kim Jong Il. Kim Jong Il finalmente tomó las riendas del gobierno en 1998, cuando fue reelecto como presidente de la Comisión de Defensa Nacional. Aunque el formato básico del “gobierno heredero del legado” no desapareció porque el cargo de presidente pertenecía “eternamente” a Kim Il Sung, Kim Jong Il inició su propia era en calidad de único gobernante de Corea del Norte bajo un nuevo eslogan: “milicia primero”.

Comienza la Era de Kim Jong Il

En un país de gobierno autocrático, la ausencia de un líder se traduce fácilmente a una crisis dentro del régimen. Los conflictos entorno al poder que sucedieron a la muerte de dictadores comunistas fueron un ejemplo de ello. Corea del Norte hubiera estado en esa misma situación, si no se hubiera preparado tan arduamente eliminando a los disidentes y estableciendo con anterioridad el “gobierno heredero del legado”.

La elección de Kim Jong Il como Secretario General del KWP del 8 de octubre de 1997 representó la transición del período del “gobierno heredero del legado” a una verdadera era de Kim Jong Il, en el sentido de que dicho cargo era la primera posición que ocupaba como líder. La reunión de la décima SPA se celebró al año siguiente, el 5 de septiembre de 1998. Debido a que las reuniones de la SPA no se habían celebrado después de la muerte de Kim Il Sung, su organización en sí significó que una nueva era estaba por comenzar. Adicionalmente, en la reunión de la SPA Kim Jong Il fue elegido como presidente de la Comisión de Defensa Nacional, y se aprobó una nueva Constitución. Aunque no hubo ningún acto de inauguración o proclamación, Kim Jong Il se convirtió entonces en el gobernante de facto de Corea del Norte.

La nueva Constitución de 1998 fue bautizada “Constitución Kim Il Sung”. El prólogo venera a Kim Il Sung como el “eterno presidente” y enfatiza que la nación “defenderá y desarrollará el trabajo y el pensamiento del camarada Kim Il Sung, hasta que llegue el glorioso día en que la Gran Revolución Juche sea completada”. Esto permitió que la autoridad y la legitimidad de Kim Jong Il sean tan eternas como el poder de su padre. Debido a que la Constitución no daba lugar a otro presidente con la excepción de Kim Il Sung, Corea del Norte estaba sin un líder de nombre. El poder del presidente previo iba a ser distribuido entre el Comité Permanente de la SPA, la Comisión de Defensa Nacional y el Gabinete. Formalmente, el Comité Permanente de la SPA, siendo la más alta instancia política, le otorgó a su presidente la autoridad para representar a Corea del Norte en calidad de líder.

Sin embargo, fue la Comisión de Defensa Nacional que se separó de otros cuerpos políticos y ejerció el máximo poder político. Por consiguiente, el presidente de la Comisión de Defensa Nacional era el gobernante supremo de facto de Corea del Norte. El país comunista permaneció bajo un “gobierno heredero del legado”, en el que la voluntad del presidente “eterno” Kim Il Sung regía las políticas nacionales con Kim Jong Il fijando la agenda específica conforme a los deseos del ex presidente. Esto, por consiguiente, le atribuyó a Kim Jong Il un estatus “supra-político”, así como la imagen de semidiós al lado de su padre. El régimen de Kim Jong Il puede considerarse como una versión extendida del régimen de Kim Il Sung.

El Estado Militarista

El nuevo eslogan de Kim Jong Il, “milicia primero”, representó una estrategia dual destinada a lograr la seguridad del régimen, así como el crecimiento económico, transformando efectivamente a Corea del Norte en “estado guarnición”. Un concepto central en esta agenda fue el de una “patria fuerte”. En otras palabras, el sistema “milicia primero” fue considerado como un medio para construir una patria fuerte. La enorme dependencia en lo militar reflejó que el ejército era el único patrimonio destacable de Corea del Norte.

Por tanto, el poder militar sería utilizado para superar las dificultades económicas y asegurar el bienestar del régimen. El principio de “milicia primero” definido por Corea del Norte tiene que ver con “dar toda prioridad a los asuntos militares y al fortalecimiento de la milicia”, lo que luego permitiría que el “poder del ejército popular promueva la revolución y otras misiones relacionadas” (Diario Nodong).

La meta final sería construir una “patria fuerte”, definida como “una nación fuerte, inexpugnable para los invasores y siempre victoriosa en los combates”. El concepto del sistema “milicia primero” va acompañado de la consolidación del régimen de Kim Jong Il. Las palabras “milicia primero” habían sido utilizadas con anterioridad y su uso continuó incluso después de la muerte de Kim Il Sung. Las ideas de Kim Jong Il sobre el “pensamiento revolucionario orientado por lo militar” y la “milicia como el concepto que rige el partido y la población” promocionadas por los medios norcoreanos, ambas se refieren al actual sistema de “milicia primero”. El sistema adquirió fuerza después del discurso de Kim Jong Il de octubre de 1997, en el que el líder norcoreano dijo: “por muy difícil que sea la situación económica, hay que pensar siempre en la milicia primero, luego en el trabajo”.

Este discurso se produjo cuando Kim Jong Il fue electo Secretario General del KWP. Después de 1998, el “pensamiento milicia primero” y el “comando milicia primero” se convirtieron en términos ordinarios y frecuentes en los documentos y en los medios de Corea del Norte. La expresión “sistema de milicia primero” se hizo oficial en la primera reunión de la décima SPA en septiembre de 1998.

Un Camino Extenuante

Aunque la muerte de Kim Il Sung en sí originó una crisis dentro del régimen, Corea del Norte estaba por encarar problemas mucho más serios. El llamado “camino extenuante”, que comenzó en 1995, se refiere a la crisis en general que brotó dentro de la sociedad norcoreana a raíz de una grave depresión económica. El “camino extenuante”, que continuó durante seis años hasta 2000, fue un período de mucha dificultad para el régimen norcoreano. En realidad, el estancamiento y las limitaciones inherentes de la economía de Corea del Norte representaron un problema serio incluso antes de la muerte de Kim Il Sung.

Además, el colapso de la Unión Soviética y los países comunistas de Europa Oriental dejó a Corea del Norte completamente aislada tanto política como económicamente. Finalmente, la muerte de Kim Il Sung y las preocupaciones políticas marcaron el comienzo de una crisis dentro de la sociedad norcoreana. El problema más grave fue la hambruna. A lo largo de todo el país, los habitantes estaban muriéndose porque no podían alimentarse, obligando a las autoridades a tomar medidas extraordinarias como pedir la asistencia de la comunidad internacional. A pesar de que datos precisos son escasos debido a la naturaleza del régimen norcoreano, estimaciones fidedignas demostraron que la expresión “millones mueren de hambre” describía perfectamente la realidad norcoreana. Los niños tuvieron que salir a las calles para mendigar y robar alimentos. Los expertos creen que entre 1,5 y 3 millones de norcoreanos murieron de hambre durante este período. Se piensa que la proliferación de la miseria fue una de las razones por las que Kim Jong Il tuvo que justificar su asunción al poder en forma de un “gobierno heredero del legado”.

Originalmente la expresión “camino extenuante” se comparaba al “largo camino” del Partido Comunista de China. El primer “camino extenuante” se refiere a la marcha sangrienta de 100 días que Kim Il Sung lideró en sus años de guerrilla partisana. Desde diciembre de 1938, Kim Il Sung encabezó un destacamento de luchadores por la independencia en 20 batallas contra el ejército japonés, llegando a la región fronteriza del Río Yalu en marzo de 1939. Luego, el llamado “incidente faccionista” de agosto de 1956, durante el cual los disidentes anti-Kim se levantaron contra el régimen de Kim Il Sung, adquirió el nombre de “segundo camino extenuante”. Por tanto, el “camino extenuante” de 1995 fue en realidad el tercero de su serie.

Los líderes norcoreanos denominaron la dificultad económica y la hambruna “camino extenuante” con la esperanza de inyectar en la población un espíritu de perseverancia, aludiendo a cómo los pasados “caminos extenuantes” fueron recorridos con éxito. Asimismo, dijeron que superar el “camino extenuante” era sinónimo de “proteger al presidente”, sugiriendo que sobrepasar las dificultades económicas era indispensable para la seguridad del régimen. En octubre de 2000, en sincronía con el 55º aniversario del KWP, Corea del Norte anunció que el “camino extenuante” llegó a su fin. Un artículo de dos páginas publicado en el Diario Nodong (3 de octubre) decía que “ningún pueblo o ninguna nación en la historia de la humanidad superó un período de agonía de esta gravedad”. Durante la visita a China que realizó a finales de mayo, Kim Jong Il comentó: “el camino extenuante llegó a su fin, Corea del Norte se halla ahora en una situación diferente”. Aunque el “camino extenuante” fue una de las crisis más serias que golpeó a Corea del Norte, así como uno de los períodos más duros para su gente, sirvió por otro lado para consolidar el gobierno autocrático bajo el mando de Kim Jong Il.