El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó por decisión unánime la resolución 2371 como una respuesta al segundo lanzamiento del misil balístico con posible alcance intercontinental Hwasong-14, efectuado el 28 de julio. La resolución fue aprobada el 5 de agosto, aproximadamente a una semana del ensayo balístico, e incluyó sanciones endurecidas contra Pyongyang, diseñadas primordialmente para bloquear los flujos de dinero del régimen norcoreano.
En primer lugar, la resolución prohíbe completamente la exportación de carbón, hierro y mineral de hierro de Corea del Norte, siendo ésta una medida mucho más rígida que la anterior, que ponía un límite a la venta internacional de esos minerales. Junto con ello, también queda prohibido la exportación de plomo y mineral de plomo. Una sanción totalmente nueva, entretanto, es la que restringe la exportación norcoreana de productos marinos, considerada una de las actividades que Corea del Norte realiza más intensamente para obtener divisas.
En cuanto al envío de trabajadores al exterior, que bien puede ser referido como la principal “ventanilla de efectivo” de Corea del Norte, el reciente paquete de sanciones de la ONU pone un alto al empleo de trabajadores norcoreanos por otras naciones. Lo que hace específicamente es prohibir las nuevas contrataciones, para que Pyongyang ya no más pueda enviar a sus trabajadores al extranjero. Sin embargo, esto significa que los contratos internacionales de empleo de trabajadores norcoreanos ya establecidos se mantendrán. Aún así, la medida es un paso gigante comparado con la resolución anterior, que solo hacía un llamamiento a las naciones a procurar no contratar a trabajadores norcoreanos.
Otras sanciones aprobadas el día 5 prohíben proyectos de co-inversión con empresas norcoreanas, ordenan la elaboración de una lista de barcos norcoreanos que incumplen lo estipulado en las resoluciones de la ONU e instan a los estados-miembro de la ONU a no permitir la entrada de esos buques a sus puertos. Finalmente, incluyen 4 entidades y 9 particulares más a la lista de sancionados, entre ellos el Banco de Comercio Exterior de Corea del Norte y el representante del Banco Internacional Ilsim, Choe Chon Yong.
Las nuevas sanciones son sin duda, las más amplias y completas hasta ahora aplicadas a Corea del Norte; y se prevé que su efecto será grande al prohibir la exportación de minerales y productos marinos, a punto tal de afectar a un tercio del comercio exterior de ese país. No obstante y como siempre, la variable en este escenario será China, que es el mayor cliente y proveedor al mismo tiempo de Corea del Norte.