Los restos de 115 cadáveres de fallecidos en Japón mientras realizaban trabajos forzados para los japoneses en la época colonial, fueron enterrados el domingo 20 en el Cementerio Metropolitano de Seúl, localizado en la ciudad de Paju, en la provincia de Gyeonggi.

Dichos restos pertenecen a personas que fueron movilizados a la fuerza hasta Hokkaido para trabajar en las obras de construcción del aeropuerto militar y en la represa hidroeléctica de la zona. Diversas ONGs de Corea del Sur y Japón llevan trabajando desde 1976 en diversas excavaciones para facilitar su búsqueda, así como en su repatriación, para darles reposo en tierras coreanas.

Previamente, y antes de ser definitivamente repatriados a Corea del Sur, dichos restos fueron trasladados por diversas localidades japonesas como Tokio, Osaka, Hiroshima y otras metrópolis de Japón, en un itinerario planteado para dar a conocer las tragedias de la guerra, así como la existencia de esos trabajos forzados durante la Segunda Guerra Mundial.

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