El Centro de Registro sobre Derechos Humanos Norcoreanos, una entidad surcoreana dedicada exclusivamente a la investigación y documentación sobre asuntos relacionados a los DDHH en Corea del Norte, fue inaugurado oficialmente el día 28, con el objetivo de paliar los serios abusos y violaciones que en ese ámbito se producen en territorio comunista. La ceremonia de apertura se llevó a cabo en presencia del ministro de Reunificación Nacional, y de otras importantes personalidades nacionales e internacionales, relacionadas con Corea del Norte.

El Centro en cuestión es un organismo dependiente del Ministerio de Reunificación Nacional de Corea del Sur, que fue establecido en base a la ley sobre los DDHH norcoreanos y está integrado por dos departamentos, uno sobre planificación e investigación, y otro sobre inspección. En primera instancia, cuenta con 14 empleados, y su función principal es recabar información regularmente a los desertores norcoreanos; a fin de recopilar documentos sobre la situación real del régimen norteño y presentar un informe cada tres meses, ante otra oficina de registros establecida en el Ministerio de Justicia. No obstante, se duda sobre si la tarea de esta nueva entidad podrá ser realmente eficaz, al ser imposible realizar estudios in situ y depender por entero de las declaraciones de los norcoreanos que huyeron de su país, tomando como referencia datos suministrados por otras organizaciones internacionales para redactar sus informes.

Pese a ello, es innegable la necesidad de un centro cómo éste para estar al tanto de lo que surge dentro de Corea del Norte en lo referente a los derechos humanos, pues como se ha dado a conocer hasta ahora por diversas fuentes, el territorio comunista es uno de los más vulnerables para los derechos básicos del hombre. Tanto la represión religiosa, política e ideológica, como los encerramientos en campos de prisioneros políticos y las sanciones sin un juicio justo, forman parte de la vida cotidiana de los norcoreanos. Si bien el régimen de Kim Jong Un afirma que ellos tienen sus propios estándares sobre derechos humanos que son fielmente respetados, dicha explicación no convence a la comunidad internacional. Es más, se habla de que la violación de los derechos humanos en Corea del Norte es cada vez mayor, por lo que varios Gobiernos están trabajando en la búsqueda de soluciones, siendo uno de ellos Corea del Sur. Hasta ahora, Seúl había evitado alzar la voz para criticar este tema por temor a aumentar aún más la tensión bilateral, que ya de por sí atraviesa momentos difíciles, pero tras adoptar la ley que resalta la necesidad de contribuir a mejorar la vida de los norteños, espera poder presionar a Pyongyang, en base a referencias concretas tras las investigaciones realizadas por el Centro de Registro sobre Derechos Humanos Norcoreanos.