La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el día 29 en su sesión ordinaria una nueva resolución sobre los derechos humanos norcoreanos, siendo esta la 12ª vez que lo hace, y al igual que los dos años anteriores, propone llevar ante la Corte Penal Internacional a los responsables de estos crímenes antihumanitarios para su penalización. La presente resolución fue elaborada por Japón y la Unión Europea, tal como lo hicieron también el año pasado, y 70 países participaron luego como corredactores. El documento fue aprobado por el Tercer Comité de la ONU el 15 de noviembre y finalmente, fue oficializado en la reunión general de esta semana. Si bien Corea del Norte se opuso a su aprobación al sostener que es un plan liderado por EEUU para aislar aún más a su régimen y finalmente, llevar a su país al derrumbe, la resolución fue sellada, a pesar de que Rusia y China también se habían opuesto a la misma.

La presente versión destaca que aún hoy día, en Corea del Norte es muy frecuente la violación de los derechos humanos, ya sea encerrando a sus ciudadanos en los campos de concentración de prisioneros políticos, o mediante abusos sexuales, torturas y ejecución pública. Por ello, resalta la necesidad de penalizar a los autores de los crímenes llevando al caso norcoreano ante la justicia internacional. La parte que más resalta del documento en cuestión es la referencia que hace al máximo liderazgo, pues si bien no menciona explícitamente a Kim Jong Un, es él quien tiene mayor poder dentro del régimen comunista. Otros aspectos que destacan al añadirse por primera vez este año son el envío forzado de trabajadores norcoreanos al extranjero, el secuestro de foráneos y el aumento de poderío militar, que al fin y al cabo, están todos relacionados al abuso de los derechos humanos. Es decir, el Gobierno comunista destina sumas astronómicas en el desarrollo nuclear y balístico mientras que su población sufre de hambruna, los ciudadanos son obligados a trabajar largas jornadas diarias en el extranjero para luego entregar la mayor parte de su salario al régimen y frecuentemente, los extranjeros son víctimas de secuestros.

Pese a esta advertencia de la comunidad internacional dirigida a Corea del Norte, su situación no parece mejorar, sino todo lo contrario. El régimen liderado por Kim Jong Un sigue reprimiendo los derechos básicos de sus habitantes y se enfoca enteramente en desarrollar armas de destrucción masiva. La nueva resolución de la ONU condena más enérgicamente la seria situación de los DDHH norteños que las versiones previas, por lo que espera que esta vez dé mejores resultados o de lo contrario, el resto del mundo se verá obligado a reforzar su presión hacia Pyongyang.