La presidenta de la nación, Park Geun Hye, que había enfatizado la importancia de la confianza en las políticas dirigidas a Corea del Norte, está cambiando gradualmente su postura hacia el lado más rígido, debido a las consecuentes provocaciones de su contraparte. En la reunión del Consejo de Seguridad Nacional del día 22, la jefa de Estado sostuvo que en Corea del Norte, cada vez es más marcada la división de poder y que no descarta una posible ruptura del régimen comunista. Previamente, en el discurso pronunciado en ocasión al Día de la Liberación Nacional el 15 de agosto, también resaltó la necesidad de tratar separadamente los asuntos políticos y civiles de Corea del Norte, y exhortó a la cúpula directiva de Pyongyang a integrarse al esfuerzo para una reunificación intercoreana. Hasta ahora, la mandataria había evitado realizar comentarios que podrían elevar la polémica entre las dos Coreas, pero en los últimos días ha alzado la voz para criticar explícitamente al Gobierno de Kim Jong Un, además de instar al órgano supremo norcoreano a protagonizar un cambio en su país.

Estas declaraciones de Park Geun Hye difieren bastante de las políticas adoptadas hasta ahora, que básicamente tenían por objeto ayudar a Corea del Norte mediante asistencia humanitaria y cooperación económica en caso de que éste hiciera esfuerzos para la desnuclearización. Asimismo, una vez que las dos Coreas tuvieran mayor confianza mutua, el Sur ofrecería más ayuda al Norte junto a la comunidad internacional para que el país comunista pudiera salir adelante. No obstante, si bien daba prioridad al diálogo y a la cooperación, en caso de que el régimen comunista siguiera con sus provocaciones estaría dispuesta a responder rotundamente para que asumiera las consecuencias. Por lo visto con el cuarto ensayo nuclear y los consecutivos lanzamientos de misiles, se le acabó la paciencia a la presidenta surcoreana y ahora alude personalmente a la posible ruptura del Gobierno de Kim Jong Un.

Sobre este cambio de actitud de la Administración de Park Geun Hye, muchos expertos analizan que es cierto que se ven claras señales de inestabilidad en Corea del Norte, y ponen como un ejemplo de esto la reciente deserción a Corea del Sur de un grupo de norcoreanos que trabajaban en el extranjero, así como un alto diplomático de la Embajada norcoreana en Londres. Sobre las fuertes políticas que pretende implementar Seúl, hay quienes están a favor y otros en contra, pero ambas posturas coinciden en que internamente Pyongyang atraviesa un difícil momento y que tal como dice la presidenta Park Geun Hye, no se puede descartar del todo la posibilidad de una verdadera ruptura del régimen comunista.