El Consejo de Seguridad adoptó esta semana un comunicado condenando enérgicamente el ensayo balístico realizado por Corea del Norte el pasado día 5, al tiempo de urgir el cese de toda provocación y el respeto a las resoluciones adoptadas por la ONU. Llama la atención la rápida reacción de este organismo, que refleja la gran preocupación de la comunidad internacional por las constantes provocaciones del régimen comunista. A tan solo 12 días tras el disparo de un misil submarino el pasado 24, Corea del Norte volvió a lanzar 3 misiles de medio alcance. Inmediatamente después, el Consejo de Seguridad convocó una reunión de urgencia a puerta cerrada -a petición de Corea del Sur, Japón y Estados Unidos-, y el mismo día 6 adoptó un comunicado por unanimidad. Ésta es la novena vez que dicho organismo emite una declaración de este tipo en lo que va de año, solo para condenar al régimen de Kim Jong Un por sus provocaciones armamentísticas.

En cuanto al documento, el Consejo de Seguridad no solo critica enérgicamente a Pyongyang por los ensayos balísticos, sino también por incumplir las resoluciones. Estipula que el disparo de misiles supone una clara violación de las normas internacionales, por la que los miembros permanentes y no permanentes de ese organismo de seguridad expresan su seria preocupación. En esta línea, instó al país comunista a dejar de provocar a los vecinos y a respetar sus obligaciones como miembro de la comunidad internacional. Asimismo, también expresa su preocupación por el rápido desarrollo balístico de Corea del Norte, que cada vez dispone de tecnologías más avanzadas.

Tras los primeros ensayos balísticos de Corea del Norte durante los primeros meses del año, la comunidad internacional parecía estar firmemente dispuesta a aplicar rígidas sanciones en respuesta, pero durante los últimos meses todo parece indicar cierta relajación al respecto. Pero ante esta nueva declaración del Consejo de Seguridad se espera que más países apliquen duras sanciones contra Pyongyang, a menos que éste muestre su firme voluntad de contribuir a la paz y a la estabilidad global. El lanzamiento de estos misiles balísticos se produjo mientras China albergaba la Cumbre del G20, por lo que Corea del Sur destacó aún más la necesidad de buscar soluciones efectivas para frenar las amenazas norcoreanas, ya que ponen en peligro la seguridad de los habitantes de toda la región.