Jongmyo es el santuario real del país dedicado a los antepasados de la dinastía Joseon. La Dinastía Joseon era confucionista y por ello consideraba sumamente importante la devoción filial. Los reyes de Joseon mostraban al pueblo esta devoción durante las ceremonias rituales en el santuario de Jongmyo. A través de la disposición de las construcciones y el uso del espacio del santuario, uno puede sentir la belleza solemne pero a la vez moderada del lugar. Todavía se celebran en el recinto ceremonias rituales acompañadas de música, cantos y danzas, para perpetuar la tradición, lo que añade valor a este santuario.