Santuario de Jongmyo

El 6 de diciembre de 1995,
la UNESCO decidió inscribir el Santuario de Jongmyo ubicado en Seúl durante más de 600 años, como Patrimonio Mundial de la Humanidad.
El Santuario de Jongmyo, que refleja el esplendor de 500 años de realeza de la Dinastía Joseon, es el primer enclave cultural de Corea del Sur que fue inscrito como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Ahora que Hanyang es la capital, debemos acondicionarla como tal. ¿Qué deberíamos hacer primero: construir edificios o pertrecharla con una muralla?
Majestad, antes de sentar las bases del Estado debería construir un altar al dios de la tierra y de los cereales y un altar a los antepasados.
¿Y eso por qué?
Majestad, un palacio mostraría al pueblo la grandeza del Estado, pero un “altar Sajikdan” es donde los ciudadanos rezan por un año de buena cosecha; y el “altar Jongmyo” es más importante aún, pues venerará a los antepasados. Considerando que Joseon se rige por el “confucianismo”, el santuario se convertirá en la base moral de esta dinastía.
¡Tienes razón! ¡Si el rey muestra respeto a sus antepasados, los ciudadanos también darán importancia a la devoción filial y así lograremos establecer las bases del confucianismo en Joseon!

El rey Taejo, quien fundó la Dinastía Joseon en 1392 tras abolir el reinado de Goryeo, designó al confucianismo como doctrina moral y religiosa de la nación.
Uno de los principios esenciales del confucianismo es la cortesía y el respeto, y tiene como piedra angular el culto a los ancestros.
Por este motivo, lo primero que hizo el rey Taejo al establecer Hanyang como la capital de la nación en 1394 fue construir el santuario de “Jongmyo”.

Al analizar la palabra Jongmyo, vemos que la sílaba “Jong” significa “el mayor”, mientras que “myo” significa “santuario”.
Al unir ambas sílabas conforman la palabra “Jongmyo”, el mayor santuario consagrado a reverenciar a los monarcas de la Dinastía Joseon. Al ser un lugar que ejemplifica los ritos ancestrales solemnes y la devoción filial de la realeza, su estructura también es sagrada y solemne.

Al adentrarse en el Santuario de Jongmyo, que cuenta con una extensión de 186.685m², se observa un camino de piedras que se divide en tres.
El primero, el central, es para los dioses, mientras que otro es para el rey y otro para el príncipe heredero. Mientras que el palacio es el lugar donde el rey gobierna, el santuario es el lugar que preserva la memoria de los reyes y reinas fallecidos, razón por la que el rey y el príncipe heredero deben usar los caminos laterales.

En la sala principal, denominada Jeonjeon, las decoraciones se minimizaron y no se pintaron las paredes. Con 101m de ancho, es la obra arquitectónica de madera más larga del mundo.
Con 101m de ancho, es la obra arquitectónica de madera más larga del mundo.

Al construir el santuario, en 1395, esta sala tenía 7 habitaciones, donde que se veneraba a los ancestros de las 4 generaciones previas al rey Taejo.
No obstante, con el transcurso del tiempo y las continuas sucesiones al trono, en 1836 ya era un edificio de 19 habitaciones que custodiaba las lápidas de 49 antepasados.
En 1421 se habilitó un edificio contiguo llamado Yeongnyeongjeon, para ubicar las tablillas en memoria de un total de 34 ancestros.

Como santuario principal de la dinastía Joseon, en Jongmyo todavía se realizan ritos ancestrales.
¡Los ritos ancestrales de Jongmyo son una ceremonia que viene celebrándose desde hace 600 años! Todo el ritual tiene su orden y su procedimiento, así que hay que organizarlo todo bien. ¿Has preparado todos los platos de la ceremonia?
Por supuesto. ¿Se necesitan un total de 114 platos para cada habitación para venerar la memoria de un rey y su esposa, verdad? ¡66 platos de latón, 13 platos de bambú, 14 platos de madera y 2 de cerámica! Ya están preparados los 24 tipos de platos.

El rito ancestral que el propio rey oficiaba durante la dinastía Joseon es el mismo que aún se celebra en la actualidad.
Corea del Sur es el único lugar del mundo que ha preservado durante tanto tiempo una ceremonia similar, y por eso la UNESCO decidió inscribir el rito real ancestral del santuario Jongmyo y sus melodías en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en el año 2001.

El santuario de Jongmyo, conocido también como el “partenón de Oriente”, es un espacio donde se respira el espíritu y la historia de la realeza de la Dinastía Joseon,
y se ha convertido en un patrimonio altamente valioso que preserva los 500 años de la realeza Joseon, aún en la actualidad.

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